El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, reconoció este domingo que las elecciones probaron que hay una «voluntad de cambio», pero aseguró que en la segunda vuelta ante el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva le mostrará al país que «no puede ser para peor».
Bolsonaro no puso en duda el resultado, como se temía, y aseguró que «mucho voto fue por la condición del pueblo», que «sintió el aumento de los precios de los productos», que atribuyó a la inflación que dejó la pandemia de covid-19, que se agravó con la invasión rusa a Ucrania.
«Tenemos una segunda vuelta por delante» y «podremos mostrarle a la población que la inflación está bajando» y que el Gobierno «no ha dejado de atender a los más pobres» mediante diversos subsidios que fueron aprobados en los últimos meses, afirmó.
«Entiendo que hay una voluntad de cambio, pero ciertos cambios pueden ser para peor», dijo, mencionando los casos de Argentina, Colombia y Venezuela, advirtiendo que Brasil podría perder su «libertad».
Sereno, sin levantar la voz, el líder político se mostró convencido de que en la campaña para la segunda vuelta tendrá más tiempo para explicarles a los brasileños que «un cambio por la izquierda siempre es peor».
Según Bolsonaro, con un posible regreso de Lula al poder, «los brasileños no ganarán nada y, por el contrario, tendrán mucho que perder».
Con información de EFE