Los movimientos cívicos, cocaleros y de salud en Bolivia se tomaron de manera conjunta las calles del país en protesta por la «represión» del oficialismo y la detención de la expresidenta Jeanine Áñez, quien sufrió este miércoles una descompensación por la hipertensión que padece.
La familia de Áñez denunció que la expresidenta interina sufrió una descompensación luego de que se le subiera la presión y que las autoridades no autorizaron el traslado a una clínica.
Carolina Ribera, hija de Áñez, quien junto a la abogada llegó en horas de la tarde al Centro de Orientación Femenina de Obrajes en La Paz, donde estuvo por varias horas una ambulancia en espera de la autorización del traslado, dijo que temía por la salud de su madre y que le preocupaba «el riesgo de sufrir una embolia».
Sin embargo, el director del Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias, dijo a medios que la descompensación no ameritaba una salida del centro de reclusión y que Áñez ya había sido atendida por el personal médico.
Norka Cuéllar, abogada de la exmandataria interina, confirmó a Efe que la salud de la expresidenta «continúa delicada, está con oxígeno», con la presión arterial aún alta, por lo que este jueves «pediremos su salida judicial para una valoración integral por especialistas».
La expresidenta transitoria fue trasladada el lunes pasado hasta el centro carcelario, donde cumple detención preventiva por cuatro meses mientras se realiza la investigación por el caso denominado «golpe de Estado».
EFE