Los promotores del polémico proyecto de ley sobre agentes extranjeros, denunciado por la oposición georgiana como un instrumento represivo y que provocó protestas masivas, retiraron este jueves «sin condiciones» su iniciativa legislativa, ya aprobada en primera lectura por el Parlamento.
«Ante todo debemos cuidar la paz, la tranquilidad y el desarrollo económico de Georgia, el avance de Georgia en la senda de la integración europea. Por ello, como fuerzas responsables hemos decidido retirar sin condiciones el proyecto de ley», anunciaron en una declaración conjunta el movimiento Fuerza del Pueblo y el partido gobernante Sueño Georgiano.
Las dos formaciones argumentaron que la «máquina de la mentira» confundió a parte de la sociedad, ya que al proyecto de ley le atribuyeron la «falsa etiqueta de ‘ruso'», y su aprobación en primer lectura fue interpretada como una renuncia a la integración del país en Europa.
«Además, la fuerzas radicales consiguieron involucrar en acciones ilegales a parte de la juventud, a la que nuestros policías héroes respondieron según los más altos estándares», añade la declaración.
Fuerza del Pueblo y Sueño Georgiano recalcaron que el país continuará su política de integración en Europa y anunciaron que iniciara un campaña para «explicar la verdad» a la opinión publica.
Según el Ministerio del Interior de Georgia, más de 130 personas fueron detenidas en Tiflis en las protestas y enfrentamiento de los dos últimos días, en los que al menos 60 policías resultaron heridos.
Los últimos choques se produjeron esta madrugada, cuando efectivos antidisturbios despejaron de barricadas la avenida Rustaveli, la principal de la capital, donde los manifestantes quemaron dos automóviles, uno de ellos de la policía.
EFE