De cara al 51 período ordinario de sesiones de la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que inicia este miércoles, Amnistía Internacional hizo un llamado a Argentina a redoblar sus esfuerzos para poner fin a las estructuras de represión e impunidad en Nicaragua.
La organización sostuvo que el principio de no intervención, al que el Gobierno de Alberto Fernández aludió para evitar pronunciarse sobre las violaciones registradas durante las elecciones presidenciales del domingo, no se aplica a las violaciones de derechos humanos y crímenes de derecho internacional.
Amnistía recordó las denuncias sobre la sistemática violación de derechos humanos en Nicaragua desde 2018 y el modo en que los hostigamientos, el encarcelamiento, la represión a la disidencia política y la falta de acceso a la Justicia recrudeció a partir de mayo de este año.
Destacaron que la jornada electoral estuvo plagada de hechos de violencia política y actos de coacción electoral, impidiendo que siete de los potenciales rivales de Daniel Ortega compitieran.
“Todas estas irregularidades han sido denunciadas por Amnistía Internacional y otras organizaciones de derechos humanos que alertaron sobre las condiciones en las que se realizarían las elecciones. Y el resultado del domingo tampoco estuvo exento de denuncias por diversos gobiernos y organizaciones internacionales, que lo repudiaron por considerar que se dieron en un contexto de graves restricciones de las libertades civiles y políticas. La posibilidad que estos crímenes se perpetúen es alarmante”, manifestó Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.
El 20 de octubre, la Argentina se había abstenido de votar, bajo un argumento similar, una resolución en el Consejo Permanente de la OEA que reclamaba a Nicaragua la “liberación inmediata» de los opositores detenidos.