Desde enero de 2021, miles de cubanos han emprendido una peligrosa travesía hacia los Estados Unidos, algunos por mar, otros por tierra. Aunque la mayoría ha logrado llegar; los relatos sobre el viaje, las dificultades, los miedos y los duros momentos que pasaron quedan en el recuerdo de cada una de las personas que completaron su viaje. Sin embargo, la emigración no siempre termina con un final feliz.
Por ElToque.com
De quienes no llegan, porque mueren o desaparecen en el intento, se habla poco. Sus nombres, muchas veces desconocidos, se diluyen en incompletas estadísticas migratorias.
Durante más de un año, el equipo de DeFacto —unidad de datos y verificación de elTOQUE— ha realizado un seguimiento de los artículos de prensa, reportes oficiales e informales y publicaciones en redes sociales sobre diferentes eventos migratorios que involucran a cubanas y cubanos. Queríamos saber, en primer lugar, cuál era la magnitud del problema y cuántas personas no habían llegado a su destino. Detrás de cada nombre, cada rostro, hay familias que no volverán a ver a sus seres queridos, hay historias truncadas y sueños incompletos.
Sabemos que contar las víctimas de este drama humano no los va a devolver; pero nos permitirá, como sociedad, no olvidar. Hablar de lo que duele y exponerlo es difícil; pero es un paso necesario. Es una forma de comprender la gravedad del tema y ponerle rostro.
El especial multimedia «Migrar: una decisión de vida y muerte» que hoy presentamos pretende ser un espacio de memoria y tributo para las víctimas migratorias de los últimos años y ayudar a las familias ―en la medida de nuestras posibilidades― en la búsqueda de sus seres queridos.
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