El tifón más fuerte que azotó este año a Filipinas dejó un saldo de al menos 33 muertos, indicaron este sábado las autoridades locales, mientras decenas de personas continúan desaparecidas.
Con información de AFP /AP / EFE
En la provincia de Negros Occidental, un responsable del área de gestión de desastres confirmó la muerte de 13 personas, la mayoría de ellas ahogadas, y agregó que otras 50 están desaparecidas en zonas inundadas. “Empezamos a instar a la gente a evacuar desde el miércoles, pero muchos se mostraban reacios a hacerlo”, dijo el funcionario Salvador Mesa.
El poderoso tifón destruyó la red eléctrica y las comunicaciones en provincias enteras. Además, provocó una destrucción generalizada, principalmente en el centro de Filipinas, dijeron las autoridades este sábado.
El tifón Rai pasó el viernes por la noche en el Mar del Sur de China después de arrasar las provincias de las islas centrales y del sur, donde más de 300.000 personas fueron evacuadas a un lugar seguro.
Los rastros
En su punto más fuerte, los vientos sostenidos de Rai alcanzaron 195 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 270 km/h), una de las más poderosas en los últimos años en golpear el archipiélago del sudeste asiático propenso a desastres, que se encuentra entre el Océano Pacífico y el Mar del Sur de China.
El tifón azotó la costa sureste del país el jueves, pero el alcance de las víctimas y la destrucción permaneció incierto dos días después porque provincias enteras se quedaron sin electricidad y conexión de telefonía celular.
Las autoridades de las islas Dinagat, una de las primeras provincias azotadas por los feroces vientos del tifón, permanecían aisladas el sábado debido a la caída de las líneas eléctricas y de las comunicaciones. La gobernadora, Arlene Bag-ao, informó en el sitio web de la provincia que la localidad de alrededor de 180.000 habitantes “había sido arrasada”.
Pidió comida, agua, refugios temporales, combustible, kits de higiene y suministros médicos. Dijo que hasta ahora solo se han reportado unas pocas víctimas en la capital porque otras ciudades permanecen aisladas.