El presidente de Rusia, Vladimir Putin, se sumó este viernes al reducido grupo de mandatarios a los que la Corte Penal Internacional (CPI) ha emitido una orden de captura mientras ejercían la jefatura de Estado.
Omar Al Bashir, en Sudán
El primero fue Omar Hassan Ahmad Al Bashir, quien se desempeñó como presidente de la República de Sudán desde el 16 de octubre de 1993. Las órdenes de detención en su contra se emitieron el 4 de marzo de 2009 y el 12 de julio de 2010.
Fue acusado por cinco cargos de crímenes contra la humanidad: asesinato, exterminio, traslado forzoso, tortura y violación; dos cargos de crímenes de guerra: dirigir intencionalmente ataques contra una población civil como tal o contra civiles individuales que no toman parte en las hostilidades y saqueo.
Además, la Fiscalía de la CPI lo acusó por tres cargos de genocidio: matar, causar daños físicos o mentales graves y someter deliberadamente a cada grupo objetivo a condiciones de vida calculadas para provocar la destrucción física del grupo, presuntamente cometidos al menos entre 2003 y 2008 en Darfur.
Sin embargo estas dos órdenes de captura nunca fueron cumplidas y Al Bashir se mantuvo en el poder hasta el 11 de abril de 2019, cuando dimitió bajo la presión de manifestaciones callejeras y del Ejército de Sudán que le obligó a presentar su renuncia.
Tras su dimisión, Al Bashir fue puesto bajo arresto domiciliario y el gobierno de transición que se instaló anunció en noviembre de 2019 que lo entregaría a la CPI para ser juzgado en La Haya. Pero esto no se ha concretado.
Muamar Gadafi, en Libia
El 27 de junio de 2011 la Corte Penal Internacional emitió orden de detención en contra de Muamar Mohamed Abu Minyar Gaddafi, quien se desempañaba como líder de la Revolución libia y comandante de las Fuerzas Armadas de ese país.
Gadafi fue acusado por dos cargos de crímenes contra la humanidad presuntamente cometidos en 2011 en Libia, durante la represión a las protestas en contra de su régimen Además del mandatario, también fueron emitidas órdenes de captura en contra de su hijo, Saif Al-Islam Gaddafi y del jefe del espionaje libio, Abdullah Al-Senussi.
Sin embargo, la captura de Gadafi no se concretó. Ese mismo año fue derrocado y terminó asesinado el 20 de octubre de 2011 por milicianos que se oponían a su régimen.
Vladimir Putin, en Rusia
El caso más reciente de un mandatario en ejercicio con orden de captura de la CPI es Vladimir Putin, por los crímenes cometidos durante la invasión a Ucrania.
La CPI considera que Putin es presuntamente responsable del crimen de guerra de deportación ilegal de niños y niñas, y su traslado desde las zonas ocupadas en Ucrania hacia Rusia.
“Los delitos se cometieron presuntamente en el territorio ocupado de Ucrania al menos desde el 24 de febrero de 2022. Hay motivos razonables para creer que el Sr. Putin tiene responsabilidad penal individual por los delitos antes mencionados, por haber cometido los actos directamente, junto con otros y/o a través de otros y por no haber ejercido un control adecuado sobre los subordinados civiles y militares que cometieron los actos, o permitieron su comisión, y que estaban bajo su control efectivo y autoridad, conforme a la responsabilidad del superior”, señaló la Corte.