La nombrada Princesa del Pop, Britney Spears, compareció en Los Angeles, California ante a la juez Benny Penny con el objetivo de ponerle fin a la tutela de su padre, Jamie Spears.
El padre de de la icónica cantante, junto con su abogado Andrew Wallet, han custodiado su patrimonio desde 2008. Tras la renuncia de Wallet, en 2019, el padre de Spears se convirtió en el único responsable de supervisar las finanzas de ella hasta que la jueza Brenda Penny nombró a la firma Bessemer Trust, en noviembre de 2020, para servir como cotutor.
La audiencia de Britney ha resultado reveladora por la manera en que ella se ha expresado de su situación. “En California, lo único similar a esto se llama tráfico sexual, hacer que cualquiera trabaje en contra de su voluntad, quitándole todas sus posesiones, la tarjeta de crédito, efectivo, teléfono, pasaporte”, señaló la intérprete.
Pero no fue esa la única de sus declaraciones que sorprendió. “Tengo un DIU en mi cuerpo, en este momento que no me deja tener un bebé y no me dejan ir al médico para que me lo saque”, aseguró Britney a la jueza, a quien le imploró que levante las restricciones. “No he hecho nada en la vida para merecer esto”.
“No debería estar en una tutela como esta si puedo trabajar, mantenerme y mantener a otras personas. Me dicen que no puedo ver mi dinero a menos que haga lo que ellos dicen … y les pago”, añadió.
A lo largo de 20 minutos, la Princesa del Pop, siguió enfatizando lo fuerte y difícil, tanto mentalmente como físicamente, que ha sido todo este proceso de más de una década. Así como también destacó cual fue uno de los principales motivos por los que se resistía a declarar.
“Han pasado muchas cosas desde hace dos años, la última vez que estuve en la corte. No he vuelto a la corte porque no sentí que me escucharan”, confesó Spears.
La versión de su padre
Esta es la primera vez en que la cantante se postra frente a corte desde que el abogado que designaron, Samuel Ingham III, presentó una solicitud para suspender a su padre como su tutor de su patrimonio, el cual fue valuado el año pasado por 60 millones de dólares.
Por otra parte, la abogada de Jaime Spears, Vivian Thoreen, ha argumentado que el único interés de su cliente es ayudar a su hija. Sin embargo, una de las declaraciones más fuertes de Britney sobre su familia han dejado la puerta entreabierta sobre la relación que habían mantenido: “Mi familia no hizo una maldita cosa. Todo lo que tenía que hacer, (mi papá) era que él lo aprobaba todo. Toda mi familia no hacía nada”.
De hecho, en noviembre del año pasado, su abogado Samuel Ingham mencionó a la corte que la Princesa del Pop tenía miedo de Jaime Spears, por lo que había decidido que no se volverá a presentar en un show en vivo hasta que él quede fuera de su tutela.
Ante ello la jueza Penny dictaminó que Jamie debería quedarse, con Bessemer Trust, con sede en California, ocupando el cargo como co-conservador hasta al menos septiembre de este año.
Después de anunciar públicamente su pausa arriba de los escenarios, Spears confesó que le recetaron litio en contra de su voluntad. “Es una droga fuerte. Puedes dañarte mentalmente si te quedas con ella por más de 5 meses. Me sentía borracha, ni siquiera podía tener una conversación con mi mamá o mi papá sobre nada. Me tenían con seis enfermeras diferentes”, comentó la cantante.
Vía INFOBAE