El Fiscal Federal para el Distrito Este de Nueva York, Breon Peace, acusó de 12 cargos criminales a siete personas por un esquema de evasión de sanciones y lavado de dinero, que incluía el contrabando de petróleo venezolano hacia Rusia y China.
La acusación fue revelada este miércoles 19 de octubre en un tribunal federal de Brooklyn, y en ella se imputa a los ciudadanos rusos, Yury Orekhov, Artem Uss, Svetlana Kuzurgasheva, Timofey Telegin y Sergey Tulyakov, de varios cargos relacionados con una red de compras, contrabando y lavado de dinero. También fueron acusados Juan Fernando Serrano Ponce, conocido como “Juanfe Serrano” y Juan Carlos Soto, quienes, como parte de este esquema, negociaron acuerdos petroleros ilícitos con la estatal venezolana, PDVSA.
Si son declarados culpables, los acusados se enfrentan a un máximo de 30 años de prisión.
La acusación se conoce luego de que el 17 de octubre fuesen arrestados Orekhov, en Alemania, y Uss, en Italia, a pedido de Estados Unidos para ser extraditados.
Cómo funcionaba el esquema
Cuatro de los acusados, entre ellos dos ciudadanos rusos, están involucrados en el esquema para contrabandear petróleo venezolano.
Yury Orekhov se ha desempeñado como copropietario, director ejecutivo y director gerente de Nord-Deutsche Industrieanlagenbau GmbH (NDA GmbH), una empresa privada de comercio de productos básicos y equipos industriales ubicada en Hamburgo, Alemania. El otro propietario de NDA GmbH es Artem Uss, hijo del gobernador de la región rusa de Krasnoyarsk Krai.
De acuerdo con la acusación, Orekhov y Uss utilizaron a NDA GmbH como fachada para pasar de contrabando cientos de millones de barriles de petróleo de Venezuela a compradores rusos y chinos, incluida una empresa rusa de aluminio controlada por un oligarca sancionado y el conglomerado de refinación de petróleo, gas y petroquímica más grande del mundo con sede en Pekín, República Popular China.
Serrano Ponce es CEO de la compañía Treseus Cross trading, que también ha brindado servicios de transporte de cargamentos de alimentos hacia Venezuela, según ha publicado en su perfil de LinkdIn.
Según la acusación, Juan Fernando Serrano Ponce y Juan Carlos Soto negociaron acuerdos por varios millones de dólares entre PDVSA y NDA GmbH, que se canalizaron a través de un complejo grupo de empresas ficticias y cuentas bancarias para disfrazar las transacciones.
En una comunicación que forma parte de la acusación, Orekhov admitió abiertamente a Serrano Ponce que estaba actuando en nombre de un oligarca ruso sancionado. “Él [el oligarca] también está bajo sanciones. Es por eso que [estamos] actuando desde esta empresa [NDA GmbH]. Como fachada”, dijo.
El esquema también involucró documentos de envío falsificados y tanqueros petroleros que desactivaron sus sistemas de navegación GPS para ocultar el origen venezolano de su petróleo.
El pago por estas actividades ilícitas de NDA GmbH a menudo se consumaba en dólares estadounidenses enviados a través de instituciones financieras estadounidenses y cuentas bancarias corresponsales. Para facilitar estas transacciones, Orekhov y sus cómplices utilizaron empresas ficticias, documentación falsificada y cuentas bancarias en jurisdicciones de alto riesgo, lo que provocó que los bancos estadounidenses procesaran decenas de millones de dólares en violación de las sanciones estadounidenses y otras leyes penales.
En una conversación con Soto, Orekhov se jactó de que «no había preocupaciones… este es el banco de mierda de los Emiratos… pagan todo».
El esquema también utilizó envíos masivos de efectivo con mensajeros en Rusia y América Latina, así como transferencias de criptomonedas por valor de millones de dólares, para efectuar estas transacciones y lavar los ingresos.
Compra de tecnología y equipos militares
Pero además, la acusación identificó la compra de tecnología y equipos militares que fueron transferidos a Rusia. Utilizando NDA GmbH como empresa fachada, Orekhov y Kuzurgasheva obtuvieron y compraron tecnologías militares sensibles y de doble uso de fabricantes estadounidenses, incluidos semiconductores y microprocesadores avanzados utilizados en aviones de combate, sistemas de misiles, municiones inteligentes, radares, satélites y otras tecnologías militares.
Estos artículos se enviaron a usuarios finales rusos, incluidas empresas sancionadas controladas por Telegin y Tulyakov, como Radioavtomatika, Radioexport y Abtronics, que prestaban servicios al sector de defensa de Rusia. Algunos de los mismos componentes electrónicos obtenidos a través del esquema criminal se han encontrado en plataformas de armas rusas incautadas en el campo de batalla en Ucrania.
En 2019, Orekhov viajó a los Estados Unidos para obtener piezas utilizadas en el avión de combate Sukhoi de fabricación rusa y el avión de combate furtivo F-22 Raptor de fabricación estadounidense.