15 expresidentes de países latinoamericanos y España enviaron una carta al presidente estadounidense, Joe Biden, en la que le piden que su Adminsitración haga «todo lo que esté a su alcance» para asegurar que la candidata unitaria de la oposición venezolana, María Corina Machado, pueda participar en las elecciones presidenciales de este 2024.
«Machado, bajo una dictadura, sin acceso a la televisión ni a los medios de comunicación libres, sin poder abordar vuelos nacionales y con su equipo sujeto a una persecución atroz y grave intimidación física, fue elegida en las primarias de la oposición con un apoyo sin precedentes. Usted estará en la boleta electoral de su país. Machado tiene que estar en la boleta electoral de Venezuela», sentenciaron los exmandatarios.
La carta es suscrita por Mario Abdo Benítez (Paraguay), Jeanine Añez Chávez (Bolivia), José María Aznar (España), Felipe Calderón (México), Rafael Calderón (Costa Rica), Iván Duque (Colombia), Luis Fortuño (Puerto Rico), Juan Guaidó (Venezuela), Osvaldo Hurtado (Ecuador), Guillermo Lasso (Ecuador), Mauricio Macri (Argentina), Jamil Mahuad (Ecuador) Jorge Tuto Quiroga (Bolivia), Mariano Rajoy (España), y Miguel Ángel Rodríguez (Costa Rica).
A continuación la carta íntegra:
Estimado Presidente Biden:
¿Cómo mueren las democracias? Los politólogos escriben libros y analizan cómo sucede eso. Nicolás Maduro ha mostrado al mundo cómo asesinar una en cámara lenta desde 2013, y ahora pretende enterrar los últimos vestigios de democracia en Venezuela inhabilitando a María Corina Machado para las elecciones de 2024.
Le escribimos porque su Administración, junto con la del Reino Unido, la Unión Europea y Canadá, respaldaron el Acuerdo venezolano de Barbados del 17 de octubre de 2023, que reconoce y respeta “el derecho de cada actor político de seleccionar su candidato para las elecciones presidenciales de manera libre y conforme a sus mecanismos internos”. Además, su gobierno entabló conversaciones bilaterales con el régimen de Maduro, en Qatar, que condujeron a la liberación de Alex Saab – tesorero del régimen dictatorial venezolano – de una cárcel estadounidense; a la deportación de venezolanos que habían huido de la dictadura y fueron devueltos a manos de esta; así como a la flexibilización de las sanciones petroleras. Se suponía que estas medidas conducirían a unas elecciones democráticas, en las que el régimen enfrentaría a la candidatura elegida por la oposición.
El 22 de octubre de 2023, millones de venezolanos desafiaron a la tiranía y eligieron a Machado como su candidata presidencial con más del 92% de los votos. Después de eso, Presidente, su gobierno exigió públicamente la “rehabilitación expedita” de los candidatos de la oposición y anunció que habría una “reimposición” de las sanciones si esto no ocurría. La candidatura opositora hoy es una, y sólo una, la de la brillante, inquebrantable y firme Machado.
En una inversión surrealista de valores democráticos, la guillotina judicial de Maduro quiere sacarla de las elecciones, por no declarar los vales de almuerzo (cesta-tickets) que le asignase el Congreso hace diez años y que nunca utilizó, además de otros cargos inventados que nunca fueron objeto de debate a través de la vía judicial, violaron el debido proceso y que jamás garantizaron a Machado su derecho a la defensa. Es inaudito que este linchamiento seudo-judicial sea ordenado por un hombre que a su vez debería ser inhabilitado, ya que está siendo investigado por crímenes de lesa humanidad por la Corte Penal Internacional (CPI), es responsable de graves violaciones de derechos humanos documentadas por equipos de investigación de la ONU y existe una recompensa de 15 millones de dólares por su cabeza, ofrecida por los organismos de seguridad de su país.
Señor Presidente, lo que los venezolanos -y los demócratas de todo el mundo- rechazamos es una coronación de Maduro, excluyendo a la única candidata que lo aventaja en las encuestas por un margen de al menos 5:1. Como el Parlamento Europeo lo acaba de declarar, la única elección aceptable y reconocida internacionalmente será aquella en la que Machado aparezca en la boleta electoral. Nada menos basta. Cualquier otra cosa aplastará la libertad y pulverizará a la democracia para siempre en ese país.
Señor Presidente, solicitamos a su gobierno que considere cuatro elementos críticos, en las próximas semanas, que determinarán el destino de Venezuela.
- Las elecciones estadounidenses se llevarán a cabo a finales de este año, casi al mismo tiempo que las de Venezuela. Está claro que su nombre aparecerá en la boleta electoral como candidato Demócrata, ya que está prevaleciendo convincentemente en las primarias de su partido. Machado, bajo una dictadura, sin acceso a la televisión ni a los medios de comunicación libres, sin poder abordar vuelos nacionales y con su equipo sujeto a una persecución atroz y grave intimidación física, fue elegida en las primarias de la oposición con un apoyo sin precedentes. Usted estará en la boleta electoral de su país. Machado tiene que estar en la boleta electoral de Venezuela.
- El mundo requiere que Venezuela vuelva a ser un proveedor de energía confiable para los mercados globales; que deje de expulsar a millones de sus ciudadanos, muchos de los cuales acaban en EEUU; y que esta gran nación deje de ser un enclave cubano/ruso/iraní, un refugio de Hamás y Hezbolá, además de un santuario para los remanentes de las guerrillas FARC y ELN. La única manera de que Venezuela aumente su producción petrolera, se reduzca su flujo migratorio generando condiciones para que su pueblo regrese a casa, y se libere de nefastas influencias extranjeras, es cambiando de rumbo en las elecciones presidenciales de 2024. La única y última esperanza para este cambio es Machado en la boleta electoral.
- El futuro de nuestra Carta Democrática Interamericana, firmada el fatídico e infame 11 de septiembre de 2001, depende directamente del desenlace de la situación en Venezuela. Junto con la Unión Europa, nuestra región es la única donde se exige que todo Estado sea democrático para ser miembro pleno del sistema de integración, siendo Cuba la única excepción en las Américas a principios de siglo. Lamentablemente, Nicaragua se convirtió en la segunda dictadura regional en toda regla en 2021, cuando Ortega encarceló a todos los líderes connotados de la oposición, persiguió despiadadamente a la Iglesia Católica e instauró una tiranía nepotista. Maduro tiene la intención de crear una tercera Cuba. Entonces, la única manera de prevenir esta tragedia es liberar a Venezuela en 2024, a Nicaragua y Cuba más adelante y cumplir plenamente con nuestro compromiso democrático hemisférico, lo que sólo es posible garantizando que Machado esté en la boleta electoral.
- Algunos críticos dicen que las sanciones y presiones no funcionaron en Venezuela. No estamos de acuerdo. El régimen de Maduro necesita desesperadamente que se levanten las sanciones económicas para robar aún más dinero; que las sanciones personales sean eliminadas para disfrutar impunemente del producto de la corrupción y saqueo de los dineros públicos; que las recompensas multimillonarias exigidas para encarcelar a sus miembros sean eliminadas, para así pretender que son “funcionarios del gobierno” y no integrantes de un conglomerado criminal vinculado al narcotráfico; que la investigación de la Corte Penal Internacional se detenga y evitar que quienes dirigen el régimen terminen en una fría celda en La Haya, o en una cálida hamaca en Cuba; y tratar de robarse las próximas elecciones, con un falso opositor conveniente, para lograr el reconocimiento internacional de Maduro como el demócrata que no es ni lo será nunca. Esa es la motivación del régimen, ese también es el poder de negociación de su Administración. Por eso Maduro acordó en Barbados realizar elecciones con el candidato elegido libremente por la oposición. Ahora el régimen violó su compromiso, se burla abiertamente del gobierno que usted preside y está ganando tiempo para luego liquidar la democracia. Señor Presidente, abril es demasiado tarde, es ahora el momento de actuar involucrando plenamente a la comunidad democrática internacional, así como a los gobiernos latinoamericanos silenciosamente cómplices, para que Machado esté en la boleta electoral.
Señor Presidente, somos plenamente conscientes de que usted enfrenta complejas circunstancias globales, incluido el polvorín de Oriente Medio y la flagrante violación por parte de Rusia de la integridad territorial de Ucrania. Estos problemas complicados no tienen soluciones a corto plazo. En Venezuela hay una cuestión nítida que se definirá en las próximas semanas: sin Machado en las urnas se convertirá en la tercera dictadura regional, pasaremos años debatiendo cómo la perdimos y cómo la dejamos caer bajo las garras de una tiranía permanente que será una desgracia; o, con Machado en la boleta electoral, Venezuela finalmente estará a la altura de su sobrenombre histórico de “tierra de gracia”.
¿Cómo podemos estar seguros de esto? Porque muchos de nosotros seguimos de cerca los acontecimientos en esta nación hermana, la hemos visitado varias veces y hemos sido testigos de cómo sus ciudadanos siguen luchando por la libertad contra los asesinatos, la tortura, la cárcel, el chantaje y una brutalidad inimaginable. Los venezolanos han demostrado una y otra vez que están dispuestos a resistir el exilio, la prisión e incluso morir de pie, antes que arrodillarse servilmente ante la autocracia.
En octubre de 2023, días después de que el compromiso de Barbados se hiciera público, completamente conscientes de su significado y justificadamente llenos de esperanza, los venezolanos salieron en masa, desafiando al régimen una vez más, y eligieron abrumadoramente a Machado como candidata presidencial de la oposición. Mostraron al mundo por qué en su himno cantan con orgullo: “Gloria al Bravo Pueblo, que el yugo lanzó”. Le pedimos que haga todo lo que esté a su alcance para honrar a este bravo pueblo y asegurar que Machado esté en la boleta electoral, para que, con su decidida nación a su lado, ella pueda lanzar el yugo dictatorial de una vez y para siempre.
Cerramos esta carta con un profundo dolor. Sebastián Piñera, dos veces presidente de Chile, fundó y dirigió nuestro grupo “Libertad y Democracia” de ex líderes gubernamentales. El 5 de febrero convocó una larga llamada de Zoom con muchos de nosotros, y con María Corina Machado, para escucharla y luego discutir internamente cómo podríamos movilizar a los miembros de la comunidad internacional para abordar los importantes desafíos que enfrenta Venezuela. El 6 de febrero Sebastián hizo llamadas telefónicas e intercambió mensajes con algunos de nosotros alrededor del mediodía; posteriormente, a las 12:46 pm (hora de Chile), nos sugirió preparar un borrador de esta carta dirigida a usted, para poder compartirla y revisarla “lo antes posible”. Trágicamente falleció en un accidente de helicóptero dos horas después de sugerir su última iniciativa internacional, y compartir su último mensaje con nosotros.
Chile perdió a un gran líder histórico, su querida familia su baluarte irreemplazable, la democracia regional a uno de sus más firmes defensores, nuestro grupo perdió a su líder y, lamentablemente, esta carta carece de su firma. Hemos hecho todo lo posible por plasmar lo que el presidente Piñera hubiera escrito sobre un tema que le apasionaba, ciertamente nos hemos quedado cortos, pero en su nombre y por ese pueblo de Venezuela que anhela ser libre, le pedimos su ayuda en esta hora determinante para la democracia en América Latina.
Atentamente,
Ex Presidentes y miembros del Grupo Libertad y Democracia: