Rafael Nadal finalmente no estará presente en las semifinales de Wimbledon que se desarrollarán este viernes en el court central del tradicional All England Lawn Tennis británico. El español sufrió una lesión abdominal en el duelo de cuartos ante Taylor Fritz y, tras exigir su físico en el entrenamiento, deberá quedarse afuera del choque que iba a protagonizar contra el australiano Nick Kyrgios, que de este modo llegará a la primera final de Grand Slam de su carrera.
“Estuve todo el día pensando qué hacer, pero no tiene sentido seguir, que la lesión cada vez es peor. He tomado la decisión porque creo que así no puedo ganar partidos. No es que no pueda sacar bien, es también que no puedo hacer el movimiento normal para sacar. La lesión solo podía empeorar”, expresó en una conferencia de prensa que llamó especialmente para dar a conocer su determinación. Horas antes se había conocido que el deportista de 36 años se realizó estudios médicos que determinaron que tiene una rotura de siete milímetros en uno de los músculos abdominales.
“No puedo arriesgar más aún y estar 2-3 meses fuera de las pistas. Es algo muy duro para mí y esta es mi decisión, tengo que vivir con ella. Estoy muy triste, no puedo decir otra cosa”, detalló.
Los problemas físicos para Rafa se habían hecho notorios durante el cuarto game del primer set del compromiso de cuartos de final. Ganador de Wimbledon en dos ocasiones y finalista en otras tres oportunidades, tenía que buscar el pasaje al choque definitorio ante un Kyrgios que había dejado en el camino al chileno Cristian Garín.
“No voy a ir en contra de mi felicidad ni de mí mismo. No quiero asumir ese riesgo. Sé que me estoy retirando de uno de los torneos más importantes del mundo, y me duele retirarme porque tenía opciones reales y estaba en semifinales y con buenas sensaciones pero no se puede luchar contra esto. Así han venido las cosas y en la vida hay que aceptarlo”, planteó Nadal al dar a conocer la decisión que transformó a Kyrgios en finalista.
Con información de Infobae