La estadounidense Serena Williams, que este lunes pasó a los cuartos de final del Abierto de Estados Unidos, se expresó en descuerdo con las medidas anunciadas por los organizadores del Roland Garros, entre ellas que todos los jugadores tendrán la obligación de alojarse en dos hoteles pese al hecho de que habrá público en las gradas.
«Si va a haber fans, entonces deberíamos quedarnos en otro sitio», dijo la exnúmero uno en una rueda de prensa después del encuentro de Flushing Meadows en la que afirmó que ella esperaba poder hospedarse en su apartamento de París.
«Sí, qué interesante, porque no hay alojamientos privados, pero hay fans», expresó la deportista, planteando la posible incongruencia de que se fuerza a los tenistas a quedarse en dos hoteles para formar una sólida burbuja, pero se permite la entrada de seguidores a las gradas, lo que podría poner en riesgo todo el sistema de protección.
Williams, que no quiso confirmar su participación ni en el Masters de Roma ni en Roland Garros, señaló que es «muy conservadora» con las medidas para evitar la propagación del coronavirus, debido a «serios problemas de salud».
EFE