Un tribunal de Versalles declaró a Karim Benzema, delantero del Real Madrid y de la selección de Francia, culpable de complicidad en el intento de chantaje a su ex compañero de equipo Mathieu Valbuena por un video sexual, por lo que le impuso una pena de prisión condicional de un año de cárcel, que implica la suspensión de su cumplimiento, además de una multa de 75.000 euros (84.170 dólares).
“Karim Benzema se involucró personalmente con insistencia para tratar de convencer a Mathieu Valbuena para que se reuniera con su hombre de confianza”, explicó el tribunal correccional de Versalles, según declaraciones difundidas por el diario L’Equipe.
En el veredicto, consideraron que Benzema mostró “cierto júbilo” y “ninguna benevolencia” con Valbuena, a quien recomendó pagar a un presunto grupo de chantajistas para mantener oculta la grabación con contenido sexual explícito.
Axel Angot, Mustapha Zouaoui, Younes Houass y Karim Zenati, los otros cuatro acusados, también fueron declarados culpables por el tribunal que dictó sentencia en el caso del Sextape que sacudió el fútbol francés en 2015. Se les impuso penas que van desde los 18 meses de prisión condicional hasta los 2 años y medio de cárcel de obligado cumplimiento.
Próximos pasos
Tras comunicarse la sentencia de un caso que salió a la luz hace seis años, el abogado del artillero galo del Real Madrid dijo a la prensa que el jugador de 33 años apelará la condena. La defensa considera que el veredicto está fuera de lugar e irá en busca de su absolución.
“La reacción es una reacción finalmente de cólera”, aseguró Sylvain Cormier, uno de los abogados de Benzema, quien cargó contra “una pena muy dura, injusta y sin pruebas”. La defensa aseguraba que no se daba el “elemento intencional” del delito.
Es poco probable que esta decisión afecte al futuro inmediato de un Benzema que pasa por un gran momento deportivo. Es uno de los favoritos a pelear por el Balón de Oro el próximo 29 de noviembre en París. Incluso, este mismo miércoles, es probable que juegue con el Real Madrid ante el Sheriff Tiraspol de Moldavia en un partido correspondiente a la Fecha 5 de la fase de grupos de la UEFA Champions League.
Tras su imputación preliminar en noviembre de 2015, había sido apartado de la selección francesa por el entrenador Didier Deschamps y se perdió la participación en la Eurocopa 2016 y la consagración en el Mundial 2018. Aunque Deschamps volvió a convocarlo este año antes de la Eurocopa y, desde entonces, ha sido un habitual en sus alineaciones.