Eugenio Suárez mantuvo en vilo a todo el béisbol por largos minutos, luego de abandonar el encuentro del lunes por la noche entre Arizona y los Tigres de Detroit en el noveno inning, tras ser golpeado en el dedo índice de la mano derecha por un envío a 95,6 millas por hora del relevista Will Vest.
El antesalista se salió de la caja de bateo con evidentes síntomas de un intenso dolor y apenas el trainer Ryan DiPanfilo le tocó el área afectada, su reacción hizo temer lo peor, mientras era retirado del terreno.
Pero después del partido, Suárez afirmó que los exámenes a los que fue sometido no mostraron daños estructurales.
“Es doloroso, obviamente, pero la buena noticia es que la radiografía salió negativa”, declaró Suárez, de acuerdo con el reporte de Steve Gilbert para MLB.com. “Pensé que algo se había roto, pero gracias a Dios no. Mañana (martes) veremos qué pruebas me harán, pero ahora mismo haré todo lo posible por intentar recuperarme pronto”.
Una fractura habría sido devastadora para los Diamondbacks y el mercado de cambios antes de la fecha límite del 31 de julio. Geno es, por mucho, la pieza más codiciada entre los equipos contendientes, gracias a su enorme temporada y su gran poder desde el lado derecho del plato.
Suárez, de 34 años de edad, inició la jornada primero en impulsadas (87), cuarto en jonrones (36) y slugging (.579), quinto en extrabases (54), sexto en almohadilla alcanzadas (220) y octavo en OPS (.898) en las Grandes Ligas.
El pelotazo de Vest fue el decimoquinto –segundo en días seguidos- que recibe Suárez en lo que va de temporada, varios de ellos en la mano derecha. El 23 de junio fue golpeado por Shane Smith, de los Medias Blancas de Chicago, y se perdió dos encuentros.
“Es una locura”, se lamentó Suárez. “No sé. Me han dado tantos golpes en la mano este año. No sé qué está pasando”, recalcó.
Con información de LVBP