Las reglas de la competencia internacional deben cambiar para reflejar la realidad, dijo la esgrimista ucraniana y ganadora del oro olímpico Olga Jarlan en un breve video en reacción a su descalificación del Campeonato Mundial de Esgrima de Milán tras negarse a estrechar la mano de una rival rusa derrotada.
«Como todos en este mundo, en un mundo adecuado, entiendo que las reglas deben cambiar porque el mundo está cambiando», dijo en su página en Instagram.
Agregó que «lo que ha ocurrido hoy plantea muchas preguntas, pero también (da) muchas respuestas».
«Hemos comprendido que el país que aterroriza a nuestro país, a nuestra gente, a nuestras familias, también está aterrorizando al deporte», señaló, y afirmó: «No quise estrechar la mano de esta atleta y actué con el corazón».
En marzo de 2023, Jarlan reaccionó con «decepción, rabia y sentimiento de injusticia» a la decisión de la Federación Internacional de Esgrima, dirigida hasta marzo de 2022 por el oligarca ruso sancionado Alisher Usmanov, de permitir a los atletas rusos y bielorrusos competir bajo «una bandera neutral».
Dijo entonces que opiniones como «los atletas no son responsables», «el deporte debe mantenerse al margen de la política», «todos somos una familia y tenemos que vivir en paz» son falsas y se desmoronan en el preciso momento en el que caen bombas «en tu casa, en tu país» y «cuando tienes que vivir en refugios antiaéreos, cuando tienes que ir al frente y proteger a tu familia de los asesinos que quieren destruir tu vida».
La federación nacional sólo permitió a Jarlan competir en las mismas pruebas con esgrimistas rusos y bielorrusos a condición de «la inadmisibilidad de cualquier acción que pudiera percibirse como una manifestación de solidaridad con esos supuestos atletas neutrales».
Después de que Jarlan derrotara a su oponente, la rusa Anna Smirnova, ésta se acercó a la deportista ucraniana en un aparente intento de ofrecerle un apretón de manos. La ucraniana se negó a hacerlo, tras lo cual Smirnova presentó una queja formal y esperó la decisión durante unos 50 minutos.
Jarlan fue descalificada del torneo, aparentemente por un supuesto incumplimiento de la etiqueta.
«Cuando me enteré de que querían retirarme de la competición, descalificarme, sacarme una tarjeta negra, por supuesto, eso me mató. Me dolió tanto que grité de dolor», dijo Jarlan en el vídeo.
Agradeció a todos los que la han respaldado y especialmente a los soldados por su apoyo masivo.
«Es imposible transmitir (lo que siento), cuando oigo que les estoy motivando o que mi acción les ha motivado. Gracias a cada uno de ustedes. Gracias a cada combatiente que nos protege», dijo, y subrayó: «No se puede forzar a nadie a establecer la paz, especialmente a los ucranianos. Nunca. No con un apretón de manos. Jamás».¿
EFE