El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dedicó este domingo a disfrutar de uno de los eventos deportivos más esperados e importante del país, la carrera automovilística Daytona 500, de la que dijo es un «tributo atemporal a la velocidad, la fuerza y el espíritu inquebrantable que hacen grande» a esta nación.
La visita de Trump a la carrera de la Nascar Cup Series en Florida, acompañado por su nieta Carolina, ocurre una semana después de que acudiera al Super Bowl, marcando la primera vez que un presidente de EEUU acude a este evento de fútbol.
Tomando de la mano a su nieta, Trump dio una vuelta por la pista de 2,5 millas, recibiendo una fuerte ovación del público, mientras se escuchaba el himno nacional, según los medios, y también saludó a los pilotos de esta carrera anual.
«Esta carrera icónica muestra a los conductores más rápidos, que representan el amor de nuestra nación por la tradición, la competencia y la innovación automotriz», indicó en un comunicado el mandatario, que en 2020 también asistió a la importante carrera como su gran mariscal y dio la orden de salida.
Recordó que desde sus comienzos Nascar ha mantenido la tradición de honrar a los miembros del servicio militar «por su inquebrantable valentía».
Donald Trump is once again blowing millions of taxpayer dollars on another self-serving trip, this time to the Daytona 500.
Where’s DOGE?pic.twitter.com/hfpbEgNb3o
— Republicans against Trump (@RpsAgainstTrump) February 16, 2025