Las imágenes de las jornadas de entrenamiento del GP de Azerbaiyán ya expusieron una situación que viene sucediendo desde que se inició la temporada con las nuevas reglamentaciones en los monoplazas. El Mercedes de Lewis Hamilton presentó serios problemas con el porpoising en las prácticas y el corredor británico encendió una luz de alarma por las dolencias físicas que desencadenó esa situación.
Los videos del rebote constante en el vehículo del siete veces campeón del mundo se viralizaron en redes sociales, pero el detalle sobre esta situación preocupó todavía más. “Parece que no podemos hacer nada, hemos cambiado tantas cosas pero parece que no podemos… es una locura porque en Barcelona no tuvimos nada y luego en todos los demás sitios lo hemos tenido. Es un fenómeno que no podemos entender. Es la misma cosa debajo del coche que sigue volviendo”, reconoció en declaraciones que replicó el diario inglés The Sun.
“Sinceramente, el viernes tuvimos tantos toques de fondo que no pude terminar mis carreras largas porque mi espalda estaba hecha un verdadero desastre. Gracias a Dios por Angela (Cullen), que me dio fisioterapia y acupuntura, y el sábado por la mañana todavía me dolía bastante”, reconoció el corredor de 37 años que tuvo como mejor resultado hasta el momento un tercer puesto en el estreno en Baréin.