Portugal comienza este martes un estado de emergencia más restrictivo (el nivel de alerta más elevado) que se extenderá hasta el 8 de diciembre para controlar la expansión de la covid-19 y aliviar la presión hospitalaria en todo el país.
Desde este 24 de noviembre, además de la obligatoriedad de llevar la mascarilla puesta en la vía pública, también lo es en los centros de trabajo, salvo que se cumpla la distancia mínima o el empleado trabaje en solitario.
El toque de queda para todas las comarcas (65) con más de 240 casos por cada 100.000 habitantes se mantiene de 23.00 a 5.00 horas en días de diario y de 13.00 a 5.00 horas los fines de semana.
Sin embargo, entre el 27 de noviembre y el 2 de diciembre y del 5 al 9 de diciembre, el toque de queda será el mismo en todo el país y se aplicará entre las 23.00 y las 5.00 horas del día siguiente.
En cualquier comarca con más de 240 positivos, los establecimientos comerciales tienen que cerrar a las 22.00 horas y los centros culturales a las 22.30 horas.
Además, en 127 comarcas del país, donde hay más de 480 casos por cada 100.000 habitantes, entre ellas Oporto y Lisboa, el toque de queda para los fines de semana y festivos será entre las 13.00 y las 5.00 horas del día siguiente, mientras que los establecimientos comerciales tendrán que cerrar a partir de las 15.00 horas los días 30 de noviembre y 7 de diciembre.
Portugal alcanzó ayer un nuevo máximo tanto de ingresados en planta, 3.241, como en cuidados intensivos, 498, y desde que comenzó la pandemia suma 264.802 positivos.
EFE