Un estudio publicado este lunes por la revista Nature revela un vínculo entre el antiviral molnupiravir, uno de los primeros fármacos disponibles contra el coronavirus durante la pandemia, y ciertas secuencias de mutaciones del virus SARS-CoV-2.
El equipo de investigadores, liderados por el Francis Crick Institute, en el Reino Unido, analizó 15 millones de secuencias del virus que provoca la covid-19 para determinar sus mutaciones en cada momento de su historia evolutiva.
A pesar de que los virus cambian de manera constante, los científicos identificaron ciertas mutaciones en las bases de datos globales de secuenciación genética que parecían «muy distintas a los patrones típicos de mutación de la covid-19» y que estaban «sólidamente asociadas con individuos que habían tomado molnupiravir«, señaló el comunicado el Francis Crick Institute.
El antiviral funciona introduciendo modificaciones en la información genética del virus durante su replicación, unos cambios que pueden dañar o matar al virus, y reducir la carga viral en el cuerpo.
Al evaluar la evolución del SARS-CoV-2 en todo el mundo, el estudio publicado en Nature constata que las mutaciones atípicas comenzaron a aumentar en 2022, coincidiendo con el inicio del uso de molnupiravir.
Las mutaciones también fueron más frecuentes en grupos de población de edad avanzada, lo que resulta consistente con el tipo de paciente que recibió el antiviral.
Los investigadores también han detectado indicios de que esas mutaciones se transmitieron de persona a persona, si bien no han establecido ningún vínculo entre modificaciones relacionadas con el molnupiravir y «variantes preocupantes» del coronavirus.
«Nuestros hallazgos son útiles para el análisis de los riesgos y beneficios del tratamiento con molnupiravir», señaló Theo Sanderson, autor principal de la investigación, que recalcó que la pruebas apuntan a que el antiviral «incrementa la diversidad genética de la población viral superviviente».
EFE