El expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández fue extraditado este jueves a Estados Unidos, país que lo acusa de tres cargos asociados al narcotráfico y uso de armas.
Hernández hará su comparecencia inicial este 22 de abril ante el juez Stewart D. Aaron en la corte federal de Nueva York, luego de que los peritos revelaron que desde alrededor de 2004 hasta el 2022, participó en una conspiración corrupta y violenta de narcotráfico, tras asociarse supuestamente con uno de los narcotraficantes más prolíferos del mundo.
«La extradición de hoy muestra claramente que la DEA no se detendrá ante nada para perseguir a los actores políticos más poderosos que participan en el narcotráfico, la violencia y la corrupción», dijo la administradora Anne Milgram de la Administración de Control de Drogas (DEA)
Milgram aseguró que «la investigación de varios años de la DEA reveló que Juan Orlando Hernández, fue una figura central en una de las conspiraciones de tráfico de cocaína más grandes y violentas del mundo. Hernández usó las ganancias del narcotráfico para financiar su ascenso político y, una vez elegido presidente, aprovechó los recursos policiales, militares y financieros del gobierno de Honduras para promover su plan de narcotráfico.»
El Supremo hondureño ordenó el 13 de abril la entrega de Hernández a EE.UU. luego de que la resolución sobre su extradición fue firmada por los quince magistrados que integran el pleno de la Corte Suprema de Justicia.
La Sala Constitucional del Supremo ratificó el 8 de abril la extradición del expresidente hondureño, que el pleno de la Corte Suprema de Justicia había confirmado el 28 de marzo.
El 16 de marzo, un juez natural designado por el pleno del Supremo hondureño autorizó la extradición de Hernández, lo que fue apelado por su defensa.
Estados Unidos acusa a Hernández de tres cargos, el primero por «conspiración para importar una sustancia controlada a los Estados Unidos», con el «conocimiento de que dicha sustancia sería importada ilegalmente» en ese país.
Además de «usar o portar armas de fuego, o ayudar e instigar al uso, el poder y la posesión» de «ametralladoras y dispositivos destructivos».
El tercero es por una «conspiración para usar o portar armas de fuego, incluyendo ametralladoras y dispositivos destructivos (…), en apoyo de la conspiración de importación de narcóticos».
Cabe destacar que Estados Unidos también lo responsabilizó por fraude electoral, ya que supuestamente Hernández recibió millones de dólares en ganancias de la cocaína que usó para enriquecerse, financiar sus campañas políticas y cometer fraude electoral.