El Gobierno de Chile decretó «estado de excepción» y el despliegue militar en los sectores fronterizos de cuatro provincias de las regiones de Antofagasta y Arica, en el norte, después de dos jornadas de cortes de carreteras y huelgas de camioneros contra la migración irregular.
Así lo explicó este sábado el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, tras una reunión de emergencia con el gremio de los transportistas, que exigían medidas de seguridad y el endurecimiento de las fronteras.
«El estado de excepción permitirá la colaboración entre las Fuerzas Armadas y la policía con dos focos: Combatir el tráfico de drogas y el tráfico de migrantes«, explicó Delgado desde la ciudad de Antofagasta.
Fue precisamente el fallecimiento en esta región de un camionero el pasado jueves lo que originó las protestas de los últimos dos días, con cortes de carretera en varios puntos del país y el bloqueo de un aeropuerto regional y varias faenas mineras.
De la misma manera, el Gobierno anunció la puesta en marcha de la nueva ley de migraciones, promovida por el conservador Sebastián Piñera, que busca endurecer las fronteras y «ordenar la casa». Pese a que la norma entró en vigor en 2021, faltaba la aprobación del reglamento, que fue publicado en el diario oficial y permitirá a partir de este sábado agilizar las expulsiones e incluso hacer «devoluciones en caliente», sin un procedimiento judicial.
Las provincias que estarán militarizadas son Arica, Parincota, Tamarugal y El Loa, en las frontera con Perú y Bolivia, donde también se reforzará el control con medios aéreos y terrestres: radiopatrullas de carretera, motos, helicópteros y un avión vigía, informó Delgado.
En Chile hay 1,4 millones de migrantes, lo que equivale a más del 7% de la población, y los venezolanos son los más numerosos, seguidos de peruanos, haitianos y colombianos.
Con información de EFE