El secretario de Estado Vaticano, Pietro Parolin, ha pedido ante la Asamblea de la ONU que la comunidad internacional rechace las “nuevas interpretaciones parciales” de los derechos humanos y que haya “consenso internacional” para defender derechos y libertades fundamentales, como “el derecho a la vida, de pensamiento, conciencia y religión, y a la libertad de opinión y de expresión”.
”En una época en la que se siguen violando impunemente muchos derechos humanos universales (…) , tenemos que crear resiliencia mediante la esperanza y el consenso en esta noble institución, defendiendo los derechos humanos y las libertades fundamentales (…) y no socavándolas”, dijo Parolin en su discurso, según informó hoy el Vaticano.
”La Santa Sede considera que, al privar a los derechos humanos de sus derechos original dimensión universal, estas nuevas interpretaciones parciales tristemente se convierten en el ideológico punto de referencia del ‘progreso’ espurio y otro terreno de polarización y división. Tristemente, lo estamos enfrentando en la búsqueda constante de introducir nuevas agendas polémicas que impulsan los procesos de la ONU contrario a los mandatos conferidos a los órganos”, aseveró.
Sobre la pandemia, dijo que es preciso “trabajar juntos para remediar la situación de quienes se encuentran en los ‘márgenes farmacéuticos’ e instó a la comunidad internacional a que las vacunas estén “al alcance de todos, especialmente en zonas de conflicto y situaciones humanitarias”.
”La resiliencia exige un examen de la fragilidad y deficiencias de nuestros sistemas económicos, que han dejado a muchos atrás como consecuencia de la grave crisis económica y han hecho más pobres aún a los más vulnerables”, agregó, sin olvidar “la perseverancia en la lucha contra la corrupción”.
También se refirió a los efectos negativos del Covid-19 en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible e insistió en la necesidad de “repensar la relación entre las personas y los economía y garantizar que tanto los modelos económicos como los programas de desarrollo permanezcan al servicio de hombres y mujeres, en particular los marginados de la sociedad, en lugar de explotar a ambas, personas y recursos naturales”.