Más de 330 cadáveres de elefantes fueron hallados en solo dos meses de este año en Botswana y este lunes 21 de septiembre se conoció finalmente la razón de las muertes.
Descartando la casa furtiva, las autoridades de vida silvestre locales informaron que los decesos se debieron a toxinas producidas por algas microscópicas en el agua, según reseña El Deber.
Las cianobacterias son bacterias tóxicas que pueden aparecer de forma natural en el agua estancada y, a veces, crecer en gran medida convirtiéndose en lo que comúnmente se llaman algas verdiazules.
Los científicos advierten que el cambio climático puede hacer que estos acontecimientos, conocidos como floraciones tóxicas, sean más probables, porque se favorecen del agua caliente.
Los hallazgos se producen tras meses de pruebas en laboratorios especializados en Sudáfrica, Canadá, Zimbabue y Estados Unidos.