La administración del presidente Joe Biden impondrá sanciones en contra de los funcionarios de la dictadura cubana responsables de la represión en contra de las protestas pacíficas del 11 de julio.
Así lo anunció la subsecretaria de Estado para el hemisferio occidental, Julie Chung, mediante un hilo de Twitter en el que detalló otras medidas que adoptará el gobierno estadounidense.
«Nos centraremos en aplicar sanciones contundentes a los funcionarios del régimen responsables de la brutal represión. Los funcionarios cubanos responsables de la violencia, la represión y las violaciones de derechos humanos contra manifestantes pacíficos en Cuba deben rendir cuentas», indicó.
Chung aseguró que Estados Unidos «intensificará el compromiso diplomático con socios regionales e internacionales para apoyar las aspiraciones del pueblo cubano. Debemos condenar colectivamente la violencia y la represión sobre el pueblo cubano por reclamar la libertad«, instó a la comunidad internacional.
La alta funcionaria del Departamento de Estado informó que están «buscando formas de aumentar la dotación de personal de manera segura» en su embajada en Cuba «para facilitar la participación diplomática, consular y de la sociedad civil».
«Una embajada fuerte y con el personal adecuado es vital para nuestros esfuerzos por apoyar al pueblo cubano«, afirmó.
Dijo también que con el sector privado y el Congreso estadounidense están trabajando «para identificar formas de hacer que Internet sea más accesible para el pueblo cubano».
Finalmente, respecto a la situación humanitaria, Julie Chung destacó que «solo en 2020, las empresas estadounidenses exportaron 176 millones de dólares en bienes a Cuba, incluidos alimentos y medicamentos». Anunció que agilizarán cualquier solicitud para exportar suministros humanitarios o médicos al pueblo de Cuba, y alentó a los aliados internacionales internacionales a incrementar la asistencia humanitaria a los cubanos.
También informó que han creado un grupo de trabajo sobre remesas para determinar un mecanismo que impida que las remesas enviadas a los cubanos «caigan en manos de los opresores», sino que vaya «directamente en los bolsillos del pueblo cubano».