Movimientos de izquierda protestaron este lunes frente a la Embajada de Venezuela en Argentina, bajo el control del régimen de Nicolás Maduro, para exigir la liberación del trabajador de Ferrominera, Rodney Álvarez, quien fue condenado la semana pasada a 15 años de prisión.
Los manifestantes, pertenecientes a la organización «Razón y Revolución», aseguraron que el proceso en contra de Álvarez fue «completamente amañado» y que es un ejemplo de «lo que hace Maduro contra la clase obrera y lo que representa Maduro para la clase obrera: Maduro representa una dictadura burguesa».
Nicolás Grimaldi, uno de los dirigentes de la protesta, denunció que «la clase obrera en Venezuela no puede organizarse políticamente, no puede participar de manera sindical, no puede expresarse públicamente».
En este sentido, recordó que en el país «hay cientos de trabajadores detenidos por publicar un Twitter, por enviar un WhatsAapp, por organizar alguna protesta o un cacerolazo en su barrio».
Destacó, además, el caso de las dos mujeres asesinadas en El Callao, luego de participar en una protesta y denunciar al alcalde de la localidad por corrupción y vínculos con redes de prostitución.
«Dos mujeres fueron a escrachar a un alcalde, a decirle que si nos las mataba el covid se iban a morir de hambre, y a las pocas mujeres aparecieron asesinadas. Es un Estado criminal y femicida. Ese es el gobierno de Venezuela«, reprochó Grimaldi.
Los manifestantes entregaron una carta que fue recibida por Néstor Ocando, primer secretario de la embajada de Maduro.