El Observatorio Venezolano de Prisiones denunció que este martes fue suspendido el ingreso de botellones de agua para los prisioneros del retén de Cabimas, en el estado Zulia.
La ONG alertó que esto «atenta flagrantemente contra los derechos humanos de los reos, quienes compran el vital líquido para consumir y bañarse». Adentro de la prisión, los reclusos solo cuentan con un pozo de agua salada, explicó la organización.
Esta prohibición del ingreso de agua potable ocurre una semana después de que la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, expresa su preocupación por la situación de los prisioneros en Venezuela, quienes han muerto debido a enfermedades como desnutrición y tuberculosis.
“Me preocupan los informes sobre muertes en detención a causa de la tuberculosis, desnutrición y otras enfermedades. Garantizar una alimentación y una atención sanitaria adecuadas es crucial para evitar más muertes trágicas“, dijo Bachelet en Ginebra, y advirtió que “un país es juzgado por cómo trata a sus más vulnerables, incluidos sus detenidos«.
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