Estados Unidos anunció este martes una nueva ronda de sanciones contra 10 personas y entidades vinculadas a Venezuela e Irán, como parte de un esfuerzo para frenar la expansión de programas militares iraníes en el hemisferio occidental y limitar la cooperación armamentística del régimen de Nicolás Maduro.
La medida, emitida por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro, apunta especialmente a una empresa venezolana involucrada en la compra, ensamblaje y operación de drones de combate diseñados en Irán.
El subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera, John K. Hurley, afirmó que Washington actuará con firmeza frente a esta red de cooperación militar.
“El Tesoro exige responsabilidades a Irán y Venezuela por su agresiva e imprudente proliferación de armas letales en todo el mundo. Seguiremos actuando con rapidez para impedir que quienes facilitan el acceso del complejo militar-industrial iraní al sistema financiero estadounidense lo sigan haciendo”, declaró.
Una red militar que opera desde 2006
Las sanciones se basan en designaciones previas emitidas en octubre y noviembre, en el marco de la reimposición de restricciones de la ONU contra Irán. Según el Tesoro, los programas iraníes de drones y misiles representan una amenaza directa para personal estadounidense y aliados en Oriente Medio, además de desestabilizar rutas comerciales estratégicas como el Mar Rojo.
Washington advirtió que el suministro de armas convencionales de Irán a Venezuela “amenaza los intereses estadounidenses en el hemisferio occidental, incluido el territorio nacional”, y aseguró que utilizará todas las herramientas disponibles para impedir ese comercio.
Desde 2006, Teherán y Caracas han coordinado el envío de drones de la serie Mohajer, fabricados por Qods Aviation Industries (QAI), que en Venezuela se rebautizaron como ANSU. QAI fue sancionada en 2023 por estar bajo control del Ministerio de Defensa iraní (MODAFL), también designado por Estados Unidos en 2020 por su rol en la transferencia de armas.
EANSA, el centro del programa de drones venezolano
La empresa venezolana Empresa Aeronáutica Nacional S.A. (EANSA) fue identificada como el principal operador y ensamblador de drones iraníes en Venezuela. Según OFAC, EANSA ha negociado directamente con QAI la compra de drones Mohajer‑6, un UAV de combate con capacidades de inteligencia, vigilancia y reconocimiento.
La compañía también participa en el ensamblaje de aeronaves vendidas por Irán y mantiene drones operados por las Fuerzas Armadas venezolanas, como el Mohajer‑2, conocido localmente como Arpia o ANSU‑100. Este último es capaz de lanzar bombas aire‑tierra guiadas Qaem, de diseño iraní.
El presidente de EANSA, José Jesús Urdaneta González, también fue sancionado. Según el Tesoro, Urdaneta coordinó con representantes militares venezolanos e iraníes la producción de drones en territorio venezolano.
Tanto EANSA como Urdaneta fueron designados bajo la Orden Ejecutiva 13949, que permite sancionar a quienes asistan, financien o proporcionen apoyo material o tecnológico al complejo militar-industrial iraní o a entidades previamente sancionadas.
Las sanciones congelan cualquier activo bajo jurisdicción estadounidense y prohíben a ciudadanos y empresas de EE.UU. realizar transacciones con los designados.
El gobierno de Maduro no respondió de inmediato a la nueva medida, que se suma a un creciente aislamiento internacional por su cooperación militar con Irán y el uso de tecnología de combate iraní en operaciones internas.












