La Fiscalía Federal del Distrito de Nebraska presentó dos acusaciones formales contra 54 integrantes del Tren de Aragua (TdA), entre ellos la vedette venezolana Jimena Romina Araya Navarro, alias “Rosita”, por su participación en una sofisticada conspiración nacional para instalar malware en cajeros automáticos y robar millones de dólares en todo Estados Unidos, una modalidad conocida como jackpotting.
La fiscal federal Lesley A. Woods explicó que el gran jurado imputó a los acusados por conspiración para brindar apoyo material a terroristas, fraude bancario, robo, delitos informáticos y lavado de dinero. Según la acusación, el Tren de Aragua utilizó el jackpotting para obtener grandes sumas de efectivo y luego moverlas entre sus miembros con el fin de ocultar su origen ilícito.
Una de las figuras centrales del caso es Jimena Romina Araya Navarro, señalada como líder del grupo criminal y previamente sancionada por el Departamento del Tesoro. OFAC la vinculó con la fuga del jefe de la organización, Héctor “Niño Guerrero”, de la cárcel de Tocorón en 2012, así como con operaciones de lavado de dinero. La Fiscalía sostiene que Araya Navarro participó directamente en el esquema de jackpotting que afectó a múltiples cajeros automáticos en Nebraska.
La segunda acusación, presentada el 21 de octubre de 2025, imputa a otras 32 personas por 56 cargos adicionales, entre ellos fraude bancario, robo a banco, daños a computadoras y acceso no autorizado a sistemas protegidos. En total, los acusados enfrentan penas que van desde 20 hasta 335 años de prisión, dependiendo de los cargos.
El fiscal general adjunto interino Matthew R. Galeotti afirmó que los acusados “emplearon técnicas metódicas de vigilancia y robo para instalar malware en cajeros automáticos y luego robar y blanquear dinero”, y subrayó que parte de esos fondos se destinó a financiar actividades terroristas del Tren de Aragua, designado como Organización Terrorista Extranjera.
La fiscal Woods destacó que “millones de dólares fueron robados de cajeros automáticos en todo Estados Unidos” y que la investigación permitió seguir el rastro del dinero hasta las estructuras de mando del Tren de Aragua en Venezuela. Aseguró que el caso demuestra lo que pueden lograr las fuerzas del orden cuando trabajan de manera coordinada y que Nebraska “no será refugio para miembros de una organización terrorista”.
El agente especial del FBI en Omaha, Eugene Kowel, advirtió que el Tren de Aragua representa “una amenaza directa para comunidades en todo el país”, mientras que el jefe de HSI Kansas City, Mark Zito, afirmó que la organización “no es solo una pandilla criminal, sino una estructura terrorista despiadada” que será perseguida hasta desmantelar sus redes.
Los documentos judiciales describen al Tren de Aragua como una organización criminal transnacional surgida en Venezuela a mediados de los 2000, con presencia en varios países del hemisferio. Sus actividades abarcan narcotráfico, tráfico de armas, trata sexual, secuestro, extorsión, asesinatos y delitos financieros. En Estados Unidos, desarrolló una variante del malware Ploutus, capaz de forzar a los cajeros automáticos a dispensar efectivo y borrar rastros del ataque.
Solo en 2025, el Distrito de Nebraska ha acusado a 67 miembros y líderes del Tren de Aragua por delitos federales, en lo que autoridades describen como una de las operaciones más amplias contra una organización criminal extranjera en territorio estadounidense.














