El subsecretario de Estado de Estados Unidos para el Hemisferio Occidental, Christopher Landau, calificó a la tiranía de Nicolás Maduro como un «régimen violento, criminal e ilegítimo». Las declaraciones de Landau se produjeron en respuesta a un mensaje de la líder María Corina Machado donde esta aplaudía su reciente intervención ante la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
En su mensaje, Landau expresó su «honor» por las palabras de Machado y afirmó haber «meramente declarado la verdad obvia en un foro internacional que aparentemente no está acostumbrado a oírla». Dirigiéndose directamente a la líder venezolana, el alto funcionario estadounidense destacó el riesgo que ella enfrenta: «Mientras tanto, usted arriesga su vida cada día frente a un régimen violento, criminal e ilegítimo».
Landau evocó sus recuerdos personales de Venezuela, donde vivió en su juventud, para lamentar la situación actual del país. «Su amada Venezuela, donde viví durante mi juventud hace 40 años, ha sufrido una larga e inimaginable pesadilla», escribió, antes de ofrecer un mensaje de esperanza: «Pero todas las pesadillas finalmente llegan a su fin. Usted nos inspira a todos y puede mantener la cabeza alta ante el mundo y ante Dios. El régimen y sus compinches no pueden decir lo mismo».
My esteemed María Corina,
I’m honored by your words. I merely stated the obvious truth in an international forum that apparently is unaccustomed to hearing it. Meanwhile, you risk your life every single day in the face of a violent, criminal, and illegitimate regime. Your beloved…— Christopher Landau (@DeputySecState) June 27, 2025
Discurso en la OEA
Previamente, María Corina Machado había felicitado a Landau por su «poderosa intervención» ante la Asamblea General de la OEA. En su mensaje, Machado destacó la «rara claridad» con la que Landau habló sobre «la erosión de la credibilidad del sistema interamericano y la necesidad urgente de volver a los principios».
La líder venezolana subrayó que la Carta Democrática Interamericana y la Convención Americana sobre Derechos Humanos «no son simbólicas; son compromisos vinculantes» que deben guiar las acciones de todos los funcionarios de la OEA.
Machado criticó duramente la postura de algunos estados miembros de la OEA, declarando que «cuando estos principios son ignorados o aplicados selectivamente, la OEA se vuelve cómplice de los abusos que fue creada para confrontar».
Concluyó su mensaje advirtiendo que «cuando Cuba, Nicaragua y Venezuela sean libres, recordaremos quién se mantuvo firme y quién miró hacia otro lado».