Drones rusos alcanzaron dos hospitales situados en la región de Sumi del noreste de Ucrania e infraestructura energética de la empresa nacional ferroviaria en la región de Dnipropetrovsk del centro del país, según han informado las autoridades ucranianos.
Los pacientes de ambos hospitales habían sido trasladados al refugio antiaéreo y no hubo heridos en ambos ataques, según la Administración Militar regional de Sumi.
Infraestructura del sistema eléctrico también fue alcanzada en la ciudad de Sloviansk de la región oriental de Donetsk, en la que se dan las hostilidades más intensas entre ambos bandos.
Según ha informado la Fuerza Aérea ucraniana, Rusia ha lanzado desde la tarde del martes contra territorio ucraniano 145 drones, entre aparatos no tripulados de ataque y réplicas de éstos sin carga con que las fuerzas rusas tratan de confundir a las defensas enemigas, y cuatro misiles S-300. Las defensas ucranianas derribaron 72 drones kamikaze durante el ataque, que se prolongó hasta bien entrada la madrugada.
Este nuevo ataque masivo con drones comenzó horas después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, le transmitiera en una llamada telefónica a su homólogo de EEUU, Donald Trump, que Rusia está dispuesta a declarar una tregua parcial de 30 días en la que ambos bandos pongan fin a los ataques aéreos al sector energético y a otras infraestructuras.
Trump había propuesto una tregua total que sí había sido aceptada por Ucrania.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, denunció anoche que la negativa de Putin a bajar las armas demuestra que no está interesado en poner fin a la guerra.
Zelenski denunció en ese mismo mensaje publicado en sus redes sociales que Rusia estaba en esos precisos momentos atacando “infraestructuras civiles” en Kiev y otras ocho regiones de Ucrania. EFE