El expresidente de Bolivia y líder del gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) Evo Morales (2006-2019) sostuvo este domingo que el Gobierno de Luis Arce «ya no es» del partido, en medio de la pugna interna entre la facción leal al presidente y los afines al exmandatario por el control de esa organización política.
En su programa dominical en la radio cocalera Kawsachun Coca, Morales reiteró sus críticas contra Arce y el vicepresidente del país, David Choquehuanca, por el deterioro de la economía nacional y aseguró que el «pueblo» y algunos funcionarios de «organismos internacionales» comparten ese criterio.
«Clandestinamente me dicen ‘Evo qué está pasando con tu Gobierno’. Yo digo (que) primero ya no es mi Gobierno, ya no es del MAS-IPSP (Movimiento al Socialismo – Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos)», señaló.
«Quiero que sepan, oportunamente rayamos la cancha, una cosa es Lucho y David y otra cosa es el MAS. Ya no es un Gobierno del MAS-IPSP», insistió.
Morales dijo que Arce y Choquehuanca son militantes del MAS, si bien las organizaciones que le son leales plantearon expulsarlos del partido en la reunión que tuvieron en la víspera en la ciudad central de Cochabamba.
Según el exgobernante, esa propuesta fue «lo más aplaudido» en el encuentro, aunque se excusó de hacer comentarios al respecto.
En el «ampliado» o reunión en Cochabamba participaron sectores como los cocaleros del Trópico de Cochabamba, el bastión sindical y político de Morales, campesinos, indígenas, obreros, exautoridades y parlamentarios de la llamada ‘ala evista’ del oficialismo, entre otros.
Estos sectores decidieron ratificar a Morales como «único candidato» presidencial del MAS para las elecciones generales de 2025 y prohibir a sus parlamentarios que aprueben los créditos externos contraídos por el Gobierno, entre otras resoluciones.
También advirtieron con una «movilización nacional» si se proscribe al MAS o se veta la candidatura de Morales.
La división en el oficialismo comenzó en 2021 y se profundizó el año pasado por la realización de un congreso nacional en el que, en ausencia de Arce y de sus sectores leales, Morales se ratificó como líder del MAS y fue nombrado «candidato único» para las elecciones de 2025.
Arce no asistió a ese encuentro al considerar que las organizaciones sociales, base del partido, no estaban debidamente representadas.
Las tensiones aumentaron después de que el órgano electoral decidiera anular el congreso de 2023 e instruir que se convocara a uno nuevo consensuado, algo en lo que tampoco se pusieron de acuerdo ambas facciones oficialistas.
Los sectores ‘arcistas’ tuvieron un congreso a principios de mayo en la ciudad de El Alto, vecina de La Paz, donde eligieron al dirigente campesino Grover García como nuevo presidente del MAS, ante lo cual Morales anunció una «batalla legal» para mantenerse como líder del oficialismo.
El tribunal electoral aclaró que la directiva que preside Morales desde hace 27 años sigue «vigente y reconocida» por ese ente hasta que no se registre y reconozca una nueva.
Las organizaciones ‘evistas’ tienen previsto para el 10 de julio su congreso propio del MAS en el Trópico de Cochabamba. EFE