Google anunció este jueves que todas sus plataformas dejarán de ofrecer enlaces a noticias en Canadá y que cancelará todos los acuerdos que mantiene con las empresas de información canadienses, en respuesta a una nueva ley que obliga a pagar a los medios de comunicación del país por compartir sus materiales.
Kent Walker, presidente de Asuntos Globales de Google y Alphabet (la empresa matriz de Google), calificó en un comunicado de «inviable» la normal aprobada la semana pasada por el Parlamento canadiense y que está previsto que entré en vigor en los próximos meses.
Walker añadió que el Gobierno canadiense no ha proporcionado a la multinacional «razones» que les hagan confiar en que el proceso regulatorio resolverá los «problemas estructurales» de la ley.
Por ello, Google ha informado al Gobierno norteamericano que eliminará todos los enlaces a noticias canadienses de su páginas de Búsqueda, Noticias y Discover en el país, a la vez que dejará de operar Google News Showcase, que distribuía bajo licencia noticias de 150 editores locales.
La semana pasada, Meta, la compañía matriz de Facebook e Instagram, adoptó una medida similar.
Meta señaló en un comunicado que el contenido de medios de comunicación «no estará disponible» para las personas que accedan a sus plataformas en Canadá», tras la aprobación de la ley.
Además, Meta dijo que dejará de financiar las prácticas de jóvenes periodistas en la agencia de noticias de Canadá, Canadian Press.
Meta y Google se han negado a pagar a las empresas de comunicación, al alegar que la distribución de enlaces a sus noticias es «beneficioso» para los periódicos y medios de comunicación.
Por su parte, el Gobierno canadiense ha dicho que las medidas adoptadas por Google y Facebook son una amenaza para la democracia y ha asegurado que no se dejará intimidar por los recursos económicos y los abogados de las dos tecnológicas.
News Media Canada, la asociación que agrupa a editores de periódicos del país, ha aplaudido la nueva ley, que ha calificado como un «primer paso» para igualar el desequilibro de poder entre los editores y los gigantes del sector tecnológico. EFE