Nicolás Maduro aseguró este lunes que las relaciones diplomáticas entre Venezuela y China han alcanzado su mejor nivel de confianza y colaboración.
El líder chavista afirmó durante un evento de despedida al embajador chino Li Baorong, en el Salón Bolívar del Palacio de Miraflores que «las relaciones entre China y Venezuela han alcanzando su mejor nivel de confianza mutua, de colaboración, de trabajo.»
Explicó que el régimen y China tienen una coordinación perfecta en materia de diplomacia y de política internacional.
«Tenemos una visión compartida y una acción común en todos los espacios, sobre todos los temas que toca el sistema de Naciones Unidas».
Asimismo precisó que se encuentran incluidas «las últimas agresiones del imperialismo norteamericano, y de occidente contra China, las provocaciones permanentes para tratar de manipular y los temas únicos y exclusivos de dominio de la soberanía de una sola China, y tratar de llevar a una escalada de conflicto y quizás de violencia».
«Venezuela ha estado en la primera línea de la batalla por la verdad denunciando toda las provocaciones contra China, rechazando todas las provocaciones contra China». agregó.
En tanto acusó a Estados Unidos y Europa de provocar a Rusia «para tratar de acorralarla», y de está manera escalar la guerra de Ucrania y «llevarla a nivel nuclear» y de buscar regresar a la Guerra Fría.
En este sentido vale recordar que el presidente ruso, Vladimir Putin, acordó primero con su homólogo bielorruso, Alexandr Lukashenko, el despliegue de armas nucleares tácticas en su territorio.
Por otra parte aseguró que EEUU buscar «crearle un conflicto armado a la China en sus mares, en su territorio todo el movimiento geopolítico para tratar de crear bloques al estilo de la guerra fría, y dividir al mundo nuevamente y chantajear al mundo nuevamente y decirle a los países del sur estas conmigo o contra mí».
Cabe recordar la reciente crisis de los globos espías derribados en territorio estadounidenses y canadiense, que ha sido negada por Pekín, no obstante también existe una creciente tensión entre Taiwán y China, por la intensificación de actividades militares en la región asiática, lo que provocó un despliegue de marines estadounidenses en Okinawa, Japón, para proteger las islas del sudoeste de nipón.