El papa Francisco recibió este sábado en audiencia a una delegación de Madrid encabezada por la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, y hablaron de la situación en España, de la necesidad de una política serena y de violencia machista.
«Hemos estado con su Santidad conversando de Madrid, de los ciudadanos, le he transmitido que a lo largo de estos días muchos madrileños nos pedían que le transmitiéramos su cariño, su cercanía y sobre todo pedirle que rezara por el pueblo de Madrid», explicó Ayuso, vestida rigurosamente de negro como dicta el protocolo.
La presidenta regional también contó al pontífice una anécdota que vivió ayer durante su visita a niños que empezaban a caminar con exoesqueletos en el hospital Niño Jesús: «Le ha impresionado», afirmó.
«Él estaba muy interesado por los barrios, por las personas que tienen más dificultades, pero hemos hablado acerca de todo lo que estamos haciendo por ellos y ha sido la verdad un grato recuerdo, un momento inolvidable», reconoció.
Y agregó: «Queremos que esto se transmita a todo el pueblo de Madrid y sobre todo especialmente a aquellos que son más vulnerables, que están pasando situaciones difíciles y para quienes la figura de su santidad el papa es tan importante».
La audiencia vaticana duró aproximadamente media hora y en ella participaron Díaz Ayuso, el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, y el cardenal y arzobispo de Madrid, Carlos Osoro.
La delegación regaló al papa un Codice fácsimil sobre los milagros del santo Labrador, patrón de los madrileños, una colección de libros editados sobre su vida por el Año Santo, una medalla conmemorativa y una botella con agua de su fuente.
Además, sabedores de la afición del pontífice por el fútbol y que residió hace años en Alcalá de Henares le entregaron las camisetas de los cuatro equipos madrileños en la Primera División española firmadas por «toda la plantilla»: la del Real Madrid, el Atlético, el Rallo Vallecano y el Getafe.
«Ha sido muy emocionante. Cuando empezamos a preparar el Año Jubilar no imaginamos que tuviera tanta repercusión en la ciudad de Madrid y en la comunidad ni que tuviéramos el honor de que nos recibiera el Santo Padre», aseguró Martínez-Almeida, para quien la audiencia de hoy será «un momento imborrable».
La delegada del Gobierno socialista español en la Comunidad, Mercedes González, aseguró que el papa argentino había demostrado «un profundo conocimiento de lo que está pasando en la política y en la sociedad madrileña» y que recomendó a las tres administraciones poner siempre por delante los intereses del pueblo.
«Que al igual que el santo ha obrado el milagro de unir a las tres administraciones, que obre el milagro de que, de cara a las elecciones, tengamos esa unidad y pongamos en primer lugar al pueblo y no nos volvamos a encontrar con expresiones tan gruesas como las que estamos viendo en los medios de comunicación», auguró González.
Por su parte, obsequió a Francisco con la figura de una Menina, como hace con las instituciones y las Fuerzas de Seguridad del Estado cada 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
González explicó al papa que actualmente hay 9.500 mujeres y menores protegidas de la violencia de género. «Se ha conmovido y ha dicho ‘Ayúdenlas, protéjanlas y sigan trabajando así'», refirió la delegada.
«Con lo cual para mi ha sido muy importante porque como delegada del Gobierno una de mis pilares es la lucha contra la violencia de género y he sentido en el papa un sentido similar y un sentimiento de protección de esas personas que están sufriendo esta lacra», dijo.
Las autoridades madrileñas preguntaron a Francisco si irá en algún momento a España, a lo que respondió «Iré pronto».
EFE