El estado de Nueva York declaró este viernes el estado de emergencia, ante el paso de la tormenta helada que afecta gran parte del país y que el Servicio de Meteorología Nacional (NWS) ha clasificado de «única en una generación».
Nueva York ya ha comenzado a sentir los efectos de esta tormenta, con inundaciones en zonas costeras que ocasionó que algunos neoyorquinos tuvieran que ser rescatados y más de 100.000 viviendas se quedaran sin electricidad en el estado.
«Hemos tenido hielo, inundaciones, nieve, temperaturas bajo cero y todo lo que la Madre Naturaleza podría golpearnos este fin de semana» festivo en que se celebra Navidad, indicó la gobernadora Kathy Hochul, quien aseguró que es una situación de peligro para todo el estado.
Exhortó a los residentes a no viajar hasta que las condiciones en las carreteras sean seguras.
«Sé que hay un fuerte deseo de estar con sus seres queridos en este momento, pero la vida de sus seres queridos y la de ustedes mismos es lo primero», afirmó.
Explicó que tras la lluvia (con la baja temperatura) no hay suficiente tiempo, antes de que se forme hielo, para que las quitanieves y equipos puedan poner sal en las carreteras. «Eso crea condiciones increíblemente peligrosas» afirmó y advirtió que «las carreteras van a ser como una pista de patinaje sobre hielo», particularmente para zonas en el norte del estado.
Más de 1,4 millones de estadounidenses se encuentran actualmente sin luz en el país, según la web PowerOutage.us, que monitoriza la red eléctrica, mientras que las cancelaciones de vuelos superan ya las 4.500 este viernes, recoge FlightAware.
Con información de EFE