El responsable de la agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, advirtió este lunes de que esta se enfrenta a problemas económicos y podría verse obligada a aplicar «graves recortes» en los próximos meses si no consigue suficiente apoyo financiero.
«Si no recibimos antes de final de año unos 700 millones de dólares adicionales, especialmente para las operaciones menos atendidas, nos veremos obligados a hacer graves recortes, con consecuencias negativas y dramáticas para refugiados y comunidades de acogida», advirtió Grandi.
En la apertura de la 73ª sesión anual del Comité Ejecutivo de la agencia, Grandi recordó que ACNUR tenía un presupuesto inicial para este año de 10.700 millones de dólares, a los que añadió 1.000 millones adicionales por la guerra de Ucrania, que ha causado más de 7,6 millones de refugiados.
«Pero financiar nuevas emergencias como la de Ucrania no significa restar a las otras», subrayó Grandi, quien recordó la urgencia de crisis de refugiados en otras zonas del mundo como el Sahel, Somalia o Birmania (Myanmar).
«Por primera vez desde que llegué al cargo, estoy preocupado por la situación financiera de ACNUR», aseguró el alto comisionado, después de advertir que el número de refugiados en el mundo ha batido este año por primera vez la marca de los 100 millones.
«La necesidad de que ACNUR responda nunca ha sido mayor, y al mismo tiempo su espacio para encontrar soluciones nunca había sido tan pequeño», describió Grandi.
Ante las crisis de refugiados, Grandi pidió «rechazar los lemas simplistas de algunos políticos que responden construyendo muros, tanto físicos como de trámites», y también manifestó su oposición a los esfuerzos de algunos estados de evadir sus responsabilidades «externalizando sus obligaciones de asilo».
Sin nombrar casos concretos, Grandi aludió a ejemplos como el del Reino Unido, que este año desató la polémica al firmar un acuerdo con Ruanda para deportar solicitantes de asilo desde el país europeo al africano.
«También rechazo lo que algunos políticos en el continente europeo dicen a sus votantes: que los ucranianos son ‘refugiados reales’ mientras que otros no lo son pese a que huyan de horrores similares. Eso, simplemente, solo puede definirse como racista», afirmó. EFE