La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, descartó este lunes que durante su mandato el gobierno emprenda los pasos para que el país se convierta en una república tras el reciente fallecimiento de la reina Isabel II, jefa de Estado de la nación oceánica.
La mandataria reconoció durante rueda de prensa que «desde hace años» existe un debate en la sociedad neozelandesa sobre el papel de la monarquía británica en la actualidad del país oceánico, pero negó que esa cuestión se trate mientras ella sea jefa de gobierno.
«Hay tantos desafíos que enfrentamos. Este es un debate amplio y significativo. No creo que sea uno que ocurra o deba ocurrir a corto plazo”, remarcó Ardern, quien el domingo participó en la ceremonia de proclamación de Carlos III.
Ardern viajará esta semana al Reino Unido para el funeral de la reina Isabel II, que falleció el pasado jueves a los 96 años, y anunció que su país marcará la muerte de la monarca con un día festivo el 26 de septiembre, cuando se celebrará también un acto de estado conmemorativo en su honor.
La líder, sin embargo, sí reiteró ante los medios su ideal de que Nueva Zelanda debe encaminarse «a su debido tiempo» hacia la república.
«Creo que es allí hacia donde se dirigirá Nueva Zelanda, con el tiempo. Creo que es probable que ocurra a lo largo de mi vida», apostilló la mandataria desde Wellington.
La mayoría de los cinco millones de neozelandeses parecen estar cómodos con el sistema monárquico constitucional parlamentario que rige a esta nación oceánica, aunque crece cada vez más las opiniones a favor del republicanismo.
Una encuesta realizada por la consultora Colman Brunton con motivo de las celebraciones por el 70 aniversario de la coronación de Isabel II, reveló en febrero que poco más del 36 % de los pobladores apoya el cambio a la república con la muerte o abdicación de la monarca, mientras el 48 % quiere mantener sus lazos con la monarquía británica.
A pesar de que Nueva Zelanda nunca ha celebrado un referendo para decidir si quiere convertirse en república, como lo hizo Australia en 1999, el minoritario Partido Maorí presentó en febrero una propuesta para pedir un «divorcio» con la Corona Británica.
No obstante, la propuesta maorí para celebrar un referendo -que se relaciona con el tratado de Te Tiriti, suscrito por la corona británica y líderes maoríes hace 182 años para garantizar la protección de los derechos territoriales de los pueblos indígenas- cuenta de momento con escasos apoyos.
En la actualidad, los monarcas británicos son soberanos del Reino Unido, así como de otros países como Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Jamaica, Bahamas, Granada, Papúa Nueva Guinea e Islas Salomón, entre otros.
Con información de EFE