Este jueves se cumplen dos semanas desde que la dictadura de Daniel Ortega arresto al obispo Rolando Álvarez, un crítico del régimen, sin que hasta ahora se le hayan formulado cargos.
Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí, , fue sustraído la madrugada del viernes 19 de agosto por agentes policiales del palacio episcopal provincial junto con cuatro sacerdotes, dos seminaristas y un camarógrafo, después de haber estado 15 días confinados.
La Policía Nacional, que dirige Francisco Díaz, consuegro de Ortega, acusa al alto sacerdote de intentar «organizar grupos violentos», supuestamente «con el propósito de desestabilizar al Estado de Nicaragua y atacar a las autoridades constitucionales», aunque de momento no han ofrecido pruebas.
Hasta ahora ni el Ministerio Público ni la Policía Nacional han presentado públicamente una acusación formal.
¿Dónde está el obispo?
Por su parte el Centro Nicaragüense de los Derechos Humanos (Cenidh), preguntó en su cuenta de Twitter, «el régimen Ortega Murillo no va a desviar nuestra atención. Seguimos preguntando dónde está monseñor Rolando Álvarez ¿Qué están haciendo con los sacerdotes, seminaristas y el camarógrafo secuestrados en El Chipote?».
«Libertad inmediata para todas las personas presas políticas», demandó el organismo humanitario.
La Diócesis de Matagalpa rogó este jueves por su obispo, por el clero diocesano y por Nicaragua durante la eucaristía celebrada en la Catedral de Matagalpa, según esa Diócesis, donde se expuso «la venerada imagen procesional de Nuestra Señora de la Merced», dando inicio a septiembre».
Con información de EFE