Alexander Dugin, el ideólogo nacionalista ruso al que se suele llamar “el cerebro de Putin”, se salvó de la muerte por una decisión de último minuto, ya que él iba a viajar en el auto en el que explotó una bomba, un atentado que causó la muerte de su hija en las afueras de Moscú.
La explosión ocurrió mientras Daria Dugina regresaba de un festival cultural al que había asistido con su padre.
“Se esperaba que los dos regresen juntos, pero luego decidieron ir en diferentes autos”, señaló The Guardian. Por su parte, la BBC indicó que se trató de una decisión “de último minuto” para viajar separados, reporte que también fue publicado por medios rusos.
En ese país, se informó que la camioneta SUV pertenece a Dugin, pero al final fue Dugina quien lo condujo hasta que explotó cerca de la localidad de Bolshie Viaziomy, a unos 40 kilómetros de Moscú. A su vez, analistas indicaron que el violento incidente, inusual en Moscú, probablemente agrave la animosidad entre Rusia y Ucrania.
“Daria conducía otro coche, pero tomó el suyo (de su padre), mientras que Alexander fue por otro camino. Él volvió, estuvo en el lugar de la tragedia. Por lo que entiendo, Alexander o probablemente ellos juntos eran el objetivo”, declaró a la agencia Tass Andrey Krasnov, amigo de Dugina y líder del movimiento social Russky Gorizont (Russian Horizon).
La detonación se debió a un artefacto explosivo colocado en el vehículo, y todo apunta a que “el crimen fue planificado y encargado”, indicaron los investigadores.
No están claros los vínculos exactos de Dugin con el presidente Vladimir Putin, pero el Kremlin frecuentemente se hace eco de la retórica de sus escritos y apariciones en la televisión estatal rusa. El teórico político ayudó a popularizar el concepto de “Novorossiya” (Nueva Rusia) que Moscú usó para justificar la anexión de la península ucraniana de Crimea y su apoyo a los rebeldes separatistas en el este de Ucrania.