Austria anunció este jueves la expulsión de cuatro funcionarios rusos que realizaban «tareas incompatibles con su estatuto diplomático» -una formulación habitual para expresar sospechas de espionaje- y a los que da un máximo de una semana para abandonar el país alpino.
El Ministerio de Exteriores difundió un comunicado en el que precisa que se trata de dos diplomáticos de la embajada bilateral y de otros dos de la representación permanente rusa ante los organismos internacionales en Viena, una ciudad donde la ONU tiene la sede de varias importantes agencias.
Los cuatro funcionarios rusos han sido declarados persona non grata en Austria, el último país en expulsar en los últimos meses a diplomáticos rusos por no respetar las normas internacionales sobre su personal acreditado. La prensa austríaca habla de una expulsión debido a sospechas de espionaje.
Austria tiene anclado en principio de neutralidad en su Constitución desde 1955, y es uno de los cuatro países de la Unión Europea -junto con Malta, Irlanda y Hungría- que no ha entregado armas a Ucrania para defenderse de la invasión rusa.
Sin embargo ese principio de «neutralidad militar» no supone que Austria tenga una posición neutral ante el conflicto, tal como recordó el miércoles en Kiev el presidente austríaco, Alexander Van der Bellen, que viajó allí para expresar su solidaridad y el apoyo de Viena al país invadido.
La neutralidad, que es militar pero no jurídica ni política, tampoco ha impedido a Austria sumarse -junto a los demás países de la UE- a las sanciones contra Moscú y a condenar la invasión y la anexión ilegal de territorio del país vecino.
EFE