El estado de Texas informó este viernes que ha enviado más de 100.000 solicitantes de asilo en autobuses a ciudades demócratas como Nueva York y Chicago, que han recibido el mayor número y enfrentan problemas para darle refugio y apoyo a los migrantes recién llegados.
En un comunicado, el gobernador republicado de Texas, Greg Abbott, dijo que hasta este viernes ha enviado en autobuses fletados con recursos del estado a 101.000 extranjeros a ciudades declaradas santuario de inmigrantes.
Abbott comenzó a enviar extranjeros a estos destinos desde abril de 2022 como parte de su estrategia contra el Gobierno del presidente Joe Biden, al que acusa de tener una política de fronteras abiertas.
Nueva York es la ciudad que más solicitantes de asilo ha recibido hasta el momento con 37.100 enviados en autobuses desde la frontera texana.
La situación obligó al alcalde neoyorquino, el demócrata Eric Adams, a firmar una orden ejecutiva que limita la llegada de autobuses con inmigrantes de otros estados de lunes a viernes por la mañana, e impone castigos para quienes no lo cumplan.
Una medida similar fue tomada por el alcalde de Chicago, el demócrata Brandon Johnson, ante los cerca de 31.000 migrantes que ha recibido.
Ante las restricciones impuestas, Abbott decidió enviar autobuses a ciudades cercanas a las urbes demócratas. También ha fletado vuelos privados para enviar a los migrantes.
Adams respondió la semana pasada con una demanda contra 17 compañías de autobuses chárter que han transportado a los migrantes desde Texas a Nueva York, y les exige 708 millones de dólares para cubrir los costes de su cuidado.
En una entrevista con la cadena Fox, Abbott dijo que el alcalde neoyorquino debería demandar al presidente Biden, quien es el verdadero culpable de la crisis migratoria de la Gran Manzana.
La capital de EE.UU. ha recibido a 12.500 migrantes en autobuses enviados desde Texas, 15.700 han llegado a Denver, 3.400 a Filadelfia y 1.500 a Los Ángeles, el último destino elegido por el gobernador texano para enviar solicitantes de asilo. EFE