Habitantes de la exclusiva isla de Martha’s Vineyard, en Massachusetts, se han organizado para atender a los decenas de migrantes, la mayoría de Venezuela, que llegaron sorpresivamente el miércoles en dos aviones enviados por los gobernadores republicanos de Florida, Ron DeSantis; y de Texas, Greg Abbott.
«Estos inmigrantes no fueron recibidos con caos, fueron recibidos con compasión. Somos una comunidad y una nación que es más fuerte gracias a los inmigrantes. La comunidad que se une con agua, alimentos, ayuda de interpretación y recursos para apoyar a estas familias representa lo mejor de Estados Unidos», expresó el congresista demócrata, Dylan Fernandes, quien visitó a uno de los centros de acogida.
Los migrantes han sido ubicados en una escuela secundaria y en la iglesia y casa parroquial de Saint Andrew, donde se les entregaron insumos básicos.