El príncipe Harry y su esposa, Meghan Markle, visitaron a la reina Isabel II en el castillo de Windsor, cerca de Londres, de camino a los Países Bajos, donde el sábado inaugurarán los juegos deportivos Invictus para veteranos de guerra, informaron este viernes los medios británicos.
La pareja, que no había estado junta en el Reino Unido desde que se desvinculó de la Casa Real a principios de 2020, se encontró el jueves no solo con la abuela del príncipe sino también con su padre, el príncipe Carlos, de acuerdo con la prensa local.
Se desconoce si llevaban consigo a sus dos hijos, Archie, de casi 3 años, y Lilibet, que el 4 de junio cumplirá uno, a quien la monarca aún no conoce.
La visita, que no había sido anunciada públicamente, se produce después de que Harry no asistiera el pasado 29 de marzo en la abadía londinense de Westminster a un servicio religioso en memoria de su difunto abuelo, el príncipe Felipe, al que sí asistió la Reina, que últimamente limita sus comparecencias por problemas de movilidad.
El hijo menor de Carlos y Diana, que reside con su familia en Estados Unidos, estuvo presente en cambio en el funeral familiar que tuvo lugar tras la muerte del duque de Edimburgo el 9 de abril de 2021, en plena pandemia, aunque Meghan, embarazada entonces de su hija, se quedó en Los Ángeles.
Desde su retirada de la monarquía, la relación entre los duques de Sussex y el resto de la familia real ha sido tensa, especialmente después de que la pareja revelara en una entrevista en EEUU que Meghan se había sentido mal tratada durante su estancia en palacio y experimentado racismo por parte de un miembro de la realeza.
Los Sussex, que al parecer de vez en cuando hablan con Isabel II por videoconferencia, asistirán en La Haya del 16 al 22 de abril a los Juegos Invictus, fundados por el príncipe para veteranos heridos, enfermos o discapacitados, que serán filmados para una serie en Netflix.
Con información de EFE