La organización no gubernamental Acceso a la Justicia denunció que las autoridades venezolanas «no se cansa de castigar a la jueza María Lourdes Afiuni», luego de que se conociera que le fue negado un permiso de viaje a Estados Unidos para tratarse de una afección que padece, producto del encarcelamiento y torturas a los que fue sometida.
El viaje tenía como objetivo realizarse un chequeo integral post tratamiento de radio y quimio, tras el cáncer que padeció.
La ONG destacó que no es la primera vez que la justicia chavista niega a Afiuni el derecho a recibir tratamiento médico o que ignora peticiones relacionadas con su integridad personal, recordando que en 2012 las autoridades ignoraron sus denuncias sobre que había sido abusada sexualmente y maltratada por sus captores y otras reclusas mientras estuvo detenida en el Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF).
«Los gobiernos de Hugo Chávez y de Nicolás Maduro parecen haber querido utilizar a la jueza Afiuni como un ejemplo de lo que le puede pasar a aquel funcionario judicial que se niegue a acatar las órdenes que le dicten a un juez desde el TSJ o que se atreva a tomar una decisión que afecte a los intereses del Gobierno», denunció Acceso a la Justicia.
El calvario de Afiuni comenzó en diciembre de 2009, cuando decidió atender una instrucción del Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre Detenciones Arbitrarias y dejó en libertad condicional al banquero Eligio Cedeño, quien tenía más de dos años detenido preventivamente por un caso de ilícitos cambiarios. Días después, el entonces presidente Chávez no dudó en pedir «pena máxima» contra la jueza.
Los deseos presidenciales fueron atendidos y la funcionaria fue enviada a una prisión de mujeres. Tras decenas de pedimentos de sus abogados y luego de pasar meses recluida fue enviada a su casa, donde permaneció en arresto domiciliario durante años. Tras numerosos diferimientos y aplazamientos, en marzo de 2019 el Tribunal 17 de Juicio de Caracas condenó a cinco años de cárcel a la jueza por el delito de corrupción propia, a pesar de que en ningún momento logró demostrar cómo ella se favoreció o benefició de su decisión de excarcelar a Cedeño.
Afiuni debe presentarse periódicamente en los tribunales y no puede salir del país.