Los líderes del Grupo de los Siete (G7), Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, informaron este viernes que están listos para aplicar más sanciones a Moscú por la invasión a Ucrania, afirmando: «seguimos resueltos a aislar aún más a Rusia de nuestras economías y del sistema financiero internacional. En consecuencia, nos comprometemos a tomar nuevas medidas lo antes posible, en el contexto de nuestra respuesta en curso y de acuerdo con nuestras respectivas autoridades y procesos legales»
En un comunicado el G7 precisó que se esforzarán primero con los procesos nacionales, «para tomar medidas que nieguen a Rusia el estatus de nación más favorecida en relación con productos clave. Esto revocará importantes beneficios de la membresía de Rusia en la Organización Mundial del Comercio y garantizará que los productos de las empresas rusas ya no reciban el trato de nación más favorecida en nuestras economías.»
En segundo lugar, señalaron que trabajaran colectivamente para evitar que Rusia obtenga financiamiento de las principales instituciones financieras, entre ellas: el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo. «Rusia no puede violar gravemente el derecho internacional y esperar beneficiarse de ser parte del orden económico internacional.»
En tercer lugar, se comprometen a continuar generando presión a las élites rusas, es decir a los apoderados, oligarcas cercanos al presidente Vladimir Putin, arquitectos de la invasión, sus familiares y sus facilitadores. Agregaron sobre las sanciones que estas medidas están «cuidadosamente seleccionadas para no impedir la entrega de asistencia humanitaria.»
En cuarto lugar, se comprometieron a mantener la eficacia de las medidas restrictivas, a acabar con la evasión y a cerrar las lagunas, precisando «la toma de medidas para detectar e interceptar mejor cualquier actividad ilícita, e impondremos costos a los actores rusos ilícitos que utilizan activos digitales para mejorar y transferir su riqueza, de conformidad con nuestros procesos nacionales.»
En quinto lugar, «estamos decididos a luchar contra los intentos del régimen ruso de difundir desinformación. Afirmamos y apoyamos el derecho del pueblo ruso a la información libre e imparcial.»
Sexto, estamos listos para imponer más restricciones a las exportaciones e importaciones de bienes y tecnologías clave en la Federación Rusa, que tienen como objetivo negar ingresos a Rusia y garantizar que nuestros ciudadanos no financian la guerra del presidente Putin, de acuerdo con los procesos nacionales.
Séptimo, las entidades rusas que directa o indirectamente apoyan la guerra no deberían tener acceso a nuevas inversiones de deuda y capital y otras formas de capital internacional.