Un valiente infante de marina ucraniano decidió sacrificarse para ralentizar el avance de las tropas rusas en Crimea, la península de Ucrania anexionada por Rusia, y permitir que su batallón se reagrupara y redistribuyera.
Vitaly Shakun estaba controlando el puente Henichesk en la región de Kherson cuando los rusos comenzaron a avanzar.
Según una publicación en la página de Facebook del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania, su batallón decidió que la única forma de detener el avance del ejército de Vladimir Putin era volar el puente.
De a cuerdo al posteo de Facebook, Shakun les envió un mensaje diciendo que iba a volar el puente, a pesar de que no tenía tiempo para salir de la zona de explosión. Segundos después, escucharon la detonación. El puente había caído y con él el heroico infante de marina.
Gracias a su acción, lograron frenar en gran medida el avance ruso, lo que permitió que sus camaradas se reagruparan y se redesplegaran.
“En este día difícil para nuestro país, cuando el pueblo ucraniano está repeliendo a los ocupantes rusos en todas las direcciones, uno de los lugares más difíciles en el mapa de Ucrania fue el istmo de Crimea, donde un batallón separado de infantes de marina se encontró con uno de los primeros enemigos”, reza la publicación. “Para detener el avance de la columna de tanques, se decidió volar el puente de la carretera Genichesky. Vitaliy Volodymyrovych Skakun, un ingeniero de un batallón separado, se ofreció como voluntario para realizar esta tarea. El puente estaba minado, pero no tuvo tiempo de irse”.
Y continúa: “Según los hermanos, Vitaly se puso en contacto y dijo que estaba volando el puente. De inmediato se escuchó una explosión. Nuestro hermano murió. Su acto heroico ralentizó significativamente el avance del enemigo, lo que permitió que la unidad se redistribuyera y organizara la defensa”.
Aseguraron que se le otorgarán premios póstumos por su valentía.
Mientras tanto, las fuerzas rusas anunciaron haber tomado el control de un canal clave que suministra agua potable a Crimea, que lleva ocho años sufriendo escasez de agua.