El primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, defendió este miércoles a la Guardia Costera que disparó contra una embarcación de migrantes venezolanos, donde murió un bebé de nueve meses y su madre resultó herida, al asegurar que seguían «ordenes razonables».
Rowley insistió que el asesinato del bebé venezolano Yaelvis Santoyo Sarabia, quien iba en brazos de su madre Darielvis Sarabia cuando murió, «fue un accidente» que se produjo cuando «la patrulla fronteriza intentó detener una embarcación que se negó a cumplir y actuó agresivamente ante órdenes legales, razonables y profesionales bajo protocolos y derecho internacional».
El primer ministro trinitario excusó que la patrulla trato de bloquear la nave «en la oscuridad del océano» ya que «podría haber estado llevando fácilmente cualquier carga de armas, municiones, asesinos o cualquier cosa en movimiento».
Oposición de Trinidad y Tobago
Este anunció lo realizó después de las declaraciones de la líder opositora de Trinidad y Tobago Kamla Persad-Bissessar, quien calificó la muerte del bebé venezolano «como un asesinato».
Persad-Bissessar pidió una explicación que justifique el uso razonable de la fuerza por parte de la Guardia Costera, reseñó el diario Newsday de Trinidad y Tobago.
“No puedes ver ese barco migrante con gente allí, cómo puedes abrir fuego y ves mujeres y niños. ¿Tenían armas? ¿Alguien levantó un arma contra ti? ¿Por qué dispararías? se preguntó.