La oficina del primer ministro británico, Boris Johnson, se disculpó con la reina Isabel II tras conocerse que se celebraron dos fiestas en Downing Street la víspera del funeral de su marido, el príncipe Felipe de Edimburgo, y en pleno confinamiento, informó el viernes un portavoz.
“Es profundamente lamentable que esto haya tenido lugar en un momento de luto nacional y Downing Street se ha disculpado con el palacio”, afirmó el portavoz, precisando que se presentaron las disculpas por los canales oficiales.
Johnson se enfrenta a la crisis más grave de su mandato tras conocerse la existencia de una serie de reuniones sociales en su residencia durante los confinamientos y restricciones de COVID-19, algunas de ellas celebradas en momentos en los que la población tenía prohibido despedirse en persona de sus familiares moribundos.
Después de construir una carrera política a base de despreciar las convenciones, Johnson está sometido a una creciente presión por parte de algunos de sus propios parlamentarios para que renuncie debido a una supuesta violación de las normas en Downing Street.
Según The Telegraph, el 16 de abril de 2021 se celebraron otras dos fiestas con bebidas alcohólicas dentro de Downing Street, cuando las reuniones sociales en el interior y en el exterior estaban limitadas. Johnson se encontraba ese día en su residencia campestre de Chequers, según el periódico.
Tal fue el jolgorio en Downing Street, según The Telegraph, que el personal fue a un supermercado cercano a comprar una maleta de alcohol, utilizó un ordenador portátil para poner música y se rompió un columpio utilizado por el hijo pequeño del primer ministro.
Al día siguiente, la reina Isabel se despidió del príncipe Felipe, su marido durante 73 años, tras su muerte a los 99 años.
Vestida de negro y con una máscara negra recortada en blanco, Isabel, de 95 años, se sentó sola —en estricto cumplimiento de las normas sobre el coronavirus— durante las exequias por Felipe en el Castillo de Windsor.