Con un millón de personas aisladas en las casas con coronavirus, el trabajo y las clases regresaron a la actividad el lunes en el Reino Unido tras las vacaciones de Navidad y Año Nuevo.
Los niños retornaron a los colegios ante el riesgo de ser rechazados en las puertas si ellos o sus profesores dan positivo en las pruebas de coronavirus.
Los directores temen que hasta una cuarta parte de su personal se vea afectado en enero y se les ha pedido que fusionen las clases cuando sea necesario, pero los sindicatos de profesores creen en que la vuelta a la virtualidad será inevitable para algunos este trimestre, a pesar de que el Secretario británico de Educación, Nadhim Zahawi, insiste en que la presencialidad será la norma.
Los estudiantes deben realizarse pruebas entre dos y tres veces por semana, ya sea en las instalaciones de su escuela o en sus casas. Los alumnos de secundaria también deberán llevar mascarillas en las aulas.
Por otro lado, los trabajadores también regresaron a sus actividades el lunes. Las empresas alertaron que podrían tener que cerrar sus puertas o reducir su jornada laboral debido a que hay mucho personal en cuarentena.
Los jefes del Servicio Nacional de Salud (NHS) dijeron que para muchos hospitales el mayor desafío era el “aumento de las ausencias del personal”, más que la cantidad de pacientes contagiados. Las últimas cifras indican que 1.189.985 personas dieron positivo en las pruebas de COVID-19 en los siete días anteriores al lunes.