A partir de este 29 de noviembre entran en vigor las nuevas normas aprobadas por el presidente Joe Biden con respecto al accionar que deben llevar adelante los agentes del servicio de migraciones y control de aduanas en el país (ICE por sus siglas en inglés) para determinar quién puede ser arrestado por temas migratorios.
Los cambios se aprobaron el pasado 30 de septiembre, se concentrarán en deportar a los indocumentados que suponen una amenaza para la seguridad nacional, la seguridad pública y la seguridad fronteriza, además de quienes haya cruzado la frontera recientemente teniendo menos lazos en el país.
Las autoridades migratorias tienen la potestad de evaluar si una persona cometió algún tipo de delito en los años que estuvo en Estados Unidos, o inclusive antes de llegar aquí si es que tienen esa información disponible. Basándose en el tipo de delito y en el hecho de si se usó o no un arma de fuego, el agente deberá decidir si esa persona es candidato a ser deportado.
Otra de las cuestiones a tener en cuenta es si se trata de personas jóvenes o mayores y qué impacto su deportación tendría en otros miembros de su familia que posiblemente sean ciudadanos estadounidenses.